HOYOS DE PINILLA Y EL PUERTO DE MALAGOSTO
Cuando se habla de restos glaciares en Guadarrama, normalmente pensamos de forma inmediata en la laguna y los circos de Peñalara, sin embargo, no solo en esta zona de la sierra podemos encontrar huellas de su presencia en tiempos pasados. Muy al contrario, tanto en determinados puntos de la Cuerda Larga, como en el tramo de cordal que desde Cotos y Peñalara, llega hasta el Puerto de Somosierra, los llamados Montes Carpetanos, pueden visitarse una serie de circos de claro origen glaciar.
En esta excursión nos vamos a centrar en el tramo de sierra comprendido entre los Puertos de Navafría, al Este y Malagosto, al Oeste, teniendo para ello varias opciones.
Así pues tendremos que dejar los coches, bien en el mismo puerto de Navafría, bien en el aparcamiento de la zona recreativa Las lagunillas, unos 500 metros antes de llegar al puerto, por la vertiente Madrileña.
En cualquier caso tendremos que llegar, sea en coche, sea andando, hasta esta zona recreativa. Veremos que al fondo (Oeste) de la misma, arranca un cómodo camino, por el que comenzaremos nuestra ruta. Sin embargo, a menos de cinco minutos, tendremos que abandonarlo, a mano derecha, para continuar por un sendero mas estrecho y con mayor inclinación.
Este sendero, abierto a media ladera, a través de un hermoso pinar, nos ofrece unas estupendas vistas del Valle de Lozoya. Vistas que, según ganamos altura poco a poco, se van haciendo más amplias, gracias a que el pinar comienza a clarear.
De esta forma, sin darnos cuenta pasaremos por debajo del primero de los vestigios glaciares de esta zona; Hoyo Grande. Tan solo cuando, siguiendo el sendero y después de superar una loma, que no es mas que una morrena terminal, crucemos un pequeño regato de agua, entraremos en zona ya totalmente despejada de arboles y podremos ver, si miramos hacia atrás, algunos de sus escarpes.
Continuando con nuestra caminata, pronto veremos una curiosa aguja rocosa, conocida como la Peña del Cuervo y que está acondicionada, con una barandilla, a modo de mirador sobre el valle del Lozoya. El sendero pasa unos metros por encima de ella, pasando antes por una vaguada, y haciendo algún zigzag para ganar altura. Llegar hasta el mismo mirador nos habrá llevado una media hora desde el inicio.
Una vez aquí solo nos queda continuar nuestro flanqueo a media ladera, hasta que lleguemos a un muro de piedra, en lo alto de una loma, desde el que ya vemos el segundo de los circos glaciares; Hoyos de Pinilla. Este circo, aunque de tamaña bastante reducido en comparación con los que nos quedan por ver, tiene el interés de albergar en su interior dos pequeñas lagunillas, además de ser el de mas fácil acceso.
Para continuar la excursión tendremos que alcanzar la cumbre del Nevero (2.209 m), la mas alta de todo este sector de la Sierra. Para ello tenemos varias opciones; una es subir hasta el cordal siguiendo el mencionado muro de piedra, para posteriormente girar a la izquierda hasta ganar la cumbre. Otra es llegar hasta el fondo del circo, para inmediatamente alzarnos sobre el lomo que lo cierra por el oeste, y que nos llevará directamente al vértice geodésico. Ambas opciones son bastante sencillas. Sin embargo, la posibilidad más interesante en invierno es, desde las lagunillas que hemos mencionado anteriormente, subir por cualquiera de los tubos y canales que surcan el circo. El mas evidente de ellos, de gran anchura y unos 30 grados de inclinación, es el que asciende exactamente por su centro y nos deposita a escasos metros de la cumbre, situada a nuestra izquierda. En cualquier caso las posibilidades son varias, siempre en función del terreno, existencia de hielo o nieve, condiciones de esta y por supuesto nuestra pericia con el piolet y los crampones.
Desde la cumbre del Nevero (2 horas de aproximadas de andar desde el inicio), ocupada por un vértice geodésico y los restos ruinosos de una caseta, podemos observar la marcada asimetría entre la vertientes norte de esta zona de la sierra, conformada por largos cordales que descenden suavemente hacia tierras segovianas, y la sur, que como hemos podido comprobar es mucho mas abrupta y con mayor inclinación. Esta característica orográfica es extensible, con excepciones, a todo el Guadarrama y en general al Sistema Central, y tiene su explicación en la mayor altitud de la Meseta Norte Castellana, respecto de la Meseta Sur.
También quiero llamar la atención sobre la existencia, en los alrededores de la cumbre, de antiguas trincheras, recuerdos de la última guerra civil. Por desgracia no es extraño encontrar, a todo lo largo de la Sierra del Guadarrama, restos de dicha contienda; desde bunkers, como los que hay en las cercanías del puerto de los Leones, hasta trincheras como estas que vemos aquí o incluso cementerios, como el que se sitúa en el mismo Puerto de Navafria, que acoge los restos de soldados italianos y del que apenas quedan ya restos visibles.
Una vez hechas las fotos de rigor y de haber retomado fuerzas, tenemos que continuar la marcha, ahora ya siguiendo la parte mas alta de la divisoria hacia el oeste. Así, bajamos en pocos minutos hasta el amplio Collado del Parrinoso, cabecera de otro circo glaciar mucho mayor que los vistos anteriormente; El circo de Peñacabra. Merece la pena salirse del sendero unos metros para asomarnos a su fondo.
Abandonado el collado, ahora hacia el suroeste y, siempre por lo mas alto del cordal, llegaremos a la segunda de las cumbres del día; el Alto del Parrinoso (2.174 m), de características muy similares al Pico del nevero. Muy cerca de este alto, está la cumbre de Peñacabra ((2.164 m), por la que tenemos que pasar, antes de cambiar de nuevo el rumbo, esta vez en dirección noroeste.
Continuando la ruta, bajaremos suavemente hasta un nuevo collado, cabecera como el anterior de otro circo; el de Hoyo Cerrado, también de considerables dimensiones y con un marcado y llamativo corredor, flanqueado por una aguja rocosa, en su pared occidental y que seguro se hará desear por mas de uno.
Este collado está separado de la cumbre de Los Pelados (2.138 m), a la que antecede, por apenas 20 metros de desnivel. Una vez en su cumbre (3 horas desde el inicio) veremos que mas bien se trata de una meseta, de la que se desprenden hacia el norte tres importantes cordales. Sin embargo nosotros continuaremos por la divisoria, ahora en dirección suroeste.
En este punto reconforta saber que, a pesar que aún nos queda una gran distancia para dar por finalizada la excursión, prácticamente todo lo que nos resta por hacer es una larga cuesta abajo. De esta forma, comenzamos a bajar en dirección al puerto de Malagosto.
Desde un leve collado situado en pleno cordal, apenas marcado y no muy lejano a la cumbre, podremos admirar el último de los circos glaciares de esta zona; el Hoyo Borrascoso, de menor tamaño que los dos anteriores, pero de naturaleza mas agreste y con paredes mas verticales.
Continuando el descenso hacia el puerto y muy cerca ya de él, también podremos ver, en la vertiente segoviana una cruz de hierro. Es la cruz de Juan Ruiz, erigida en honor del Arcipreste de Hita, tan aficionado a nuestra sierra como a los fogosos encuentros con rudas serranas, como el que en estos mismos lugares, tuvo con La Chata, tal como relata en El libro del Buen Amor:
Pasando una mañana por el puerto de Malagosto
salteome una serrana a la asomada del rostro,
«Ah de maja!», dis' «¿dónde andas, qué buscas o qué demandas
»por aqueste puerto angosto?»
Díxele yo a la pregunta: «Vome fasia Sotos albos.»
Dis: «El pecado barruntas en fablar verbos tan bravos:
»que por esta encontrada, que yo tengo guardada,
»non pasan los omes salvos.»
Paróseme en el sendero la sarnosa, ruín y fea
«Alahe,», dis', «escudero, aquí estaré yo queda:
»fasta que algo me prometas, por mucho que te arremetas
»non pasarás la vereda.»
Descender desde la cumbre de los Pelados hasta el Puerto de Malagosto nos habrá llevado aproximadamente una hora (Unas 4 horas de andar, desde el inicio)
Desde el puerto debemos girar a nuestra izquierda, hacia la vertiente madrileña y, por un marcado camino comenzar a perder altura en varios zigzags, muy cerca del centro de la vaguada que forma el valle. Muy pronto el camino se sitúa en el flanco de la loma situada a nuestra izquierda y poco a poco va perdiendo anchura, convirtiéndose en un sendero cada vez mas difícil de seguir y medio perdido entre los piornos. Sin embargo claramente se adivina que nos dirigimos a un collado situado sobre la mencionada loma, a una altura aproximada de 1.730 metros.
Una vez en dicho collado (4:45 horas desde el inicio) hay que bajar por los prados en dirección este, hacia un grupo de rocas, que bordeamos por la derecha. Seguimos perdiendo altura atentos para localizar un sendero que abandona los sucesivos prados inclinados por nuestra izquierda. Hay que señalar, que durante toda la bajada desde el colladito, tendremos unas estupendas vistas del Hoyo Borroscoso.
Tomamos el mencionado sendero que mediante ligeras subidas y bajadas nos ayuda a perder altura en un largo flanqueo a media ladera, alternando tramos de densa vegetación (piornos, espinos, rosales silvestres...) con pastizales. En un momento dado el sendero nos lleva a un nuevo prado, donde parece perderse, sin embargo solo hay que buscar la continuación por su parte mas baja.
Cada vez vemos mas cerca el bosque que ocupa el fondo del valle (del arroyo de la Sauca), hasta que por fin llegamos a un último praderío, ocupado por unos corrales metálicos para el ganado (algo menos de 6 horas desde el inicio). En su extremo sur nace una pista forestal que debemos seguir hacia el oeste. La pista gira en una cerrada curva y cambia de dirección, hasta llevarnos a un cruce con otra pista forestal, que remonta el vallecito de la Sauca ya muy cerca del curso del arrollo.
En este punto tan solo nos queda seguir esta pista hacia nuestra derecha, por terreno cada vez mas llano, para llegar, tras haber cruzado el río por un puente, a Alameda del valle. En total, habremos tardado en hacer esta excursión de 6 horas y media a siete horas, sin contar con paradas.
Evidentemente, habremos tenido que prever algún modo de recuperar los coches situados en el puerto de Navafría. En caso de no poder hacer la ruta en travesía, tal como se propone, otra opción es llegar hasta el Nevero, tal como se ha descrito, y desde allí regresar al puerto por lo alto del cordal, opción circular y mucho mas corta.
P.D.: Recomendamos el siguiente enlace para quien quiera saber más sobre el modelado glaciar en la zona que nos ocupa.
Texto: Hermano Mero
Fotos: Món y Hermano Mero
En esta excursión nos vamos a centrar en el tramo de sierra comprendido entre los Puertos de Navafría, al Este y Malagosto, al Oeste, teniendo para ello varias opciones.
Así pues tendremos que dejar los coches, bien en el mismo puerto de Navafría, bien en el aparcamiento de la zona recreativa Las lagunillas, unos 500 metros antes de llegar al puerto, por la vertiente Madrileña.
En cualquier caso tendremos que llegar, sea en coche, sea andando, hasta esta zona recreativa. Veremos que al fondo (Oeste) de la misma, arranca un cómodo camino, por el que comenzaremos nuestra ruta. Sin embargo, a menos de cinco minutos, tendremos que abandonarlo, a mano derecha, para continuar por un sendero mas estrecho y con mayor inclinación.
Este sendero, abierto a media ladera, a través de un hermoso pinar, nos ofrece unas estupendas vistas del Valle de Lozoya. Vistas que, según ganamos altura poco a poco, se van haciendo más amplias, gracias a que el pinar comienza a clarear.
De esta forma, sin darnos cuenta pasaremos por debajo del primero de los vestigios glaciares de esta zona; Hoyo Grande. Tan solo cuando, siguiendo el sendero y después de superar una loma, que no es mas que una morrena terminal, crucemos un pequeño regato de agua, entraremos en zona ya totalmente despejada de arboles y podremos ver, si miramos hacia atrás, algunos de sus escarpes.
Continuando con nuestra caminata, pronto veremos una curiosa aguja rocosa, conocida como la Peña del Cuervo y que está acondicionada, con una barandilla, a modo de mirador sobre el valle del Lozoya. El sendero pasa unos metros por encima de ella, pasando antes por una vaguada, y haciendo algún zigzag para ganar altura. Llegar hasta el mismo mirador nos habrá llevado una media hora desde el inicio.
Una vez aquí solo nos queda continuar nuestro flanqueo a media ladera, hasta que lleguemos a un muro de piedra, en lo alto de una loma, desde el que ya vemos el segundo de los circos glaciares; Hoyos de Pinilla. Este circo, aunque de tamaña bastante reducido en comparación con los que nos quedan por ver, tiene el interés de albergar en su interior dos pequeñas lagunillas, además de ser el de mas fácil acceso.
Para continuar la excursión tendremos que alcanzar la cumbre del Nevero (2.209 m), la mas alta de todo este sector de la Sierra. Para ello tenemos varias opciones; una es subir hasta el cordal siguiendo el mencionado muro de piedra, para posteriormente girar a la izquierda hasta ganar la cumbre. Otra es llegar hasta el fondo del circo, para inmediatamente alzarnos sobre el lomo que lo cierra por el oeste, y que nos llevará directamente al vértice geodésico. Ambas opciones son bastante sencillas. Sin embargo, la posibilidad más interesante en invierno es, desde las lagunillas que hemos mencionado anteriormente, subir por cualquiera de los tubos y canales que surcan el circo. El mas evidente de ellos, de gran anchura y unos 30 grados de inclinación, es el que asciende exactamente por su centro y nos deposita a escasos metros de la cumbre, situada a nuestra izquierda. En cualquier caso las posibilidades son varias, siempre en función del terreno, existencia de hielo o nieve, condiciones de esta y por supuesto nuestra pericia con el piolet y los crampones.
Desde la cumbre del Nevero (2 horas de aproximadas de andar desde el inicio), ocupada por un vértice geodésico y los restos ruinosos de una caseta, podemos observar la marcada asimetría entre la vertientes norte de esta zona de la sierra, conformada por largos cordales que descenden suavemente hacia tierras segovianas, y la sur, que como hemos podido comprobar es mucho mas abrupta y con mayor inclinación. Esta característica orográfica es extensible, con excepciones, a todo el Guadarrama y en general al Sistema Central, y tiene su explicación en la mayor altitud de la Meseta Norte Castellana, respecto de la Meseta Sur.
También quiero llamar la atención sobre la existencia, en los alrededores de la cumbre, de antiguas trincheras, recuerdos de la última guerra civil. Por desgracia no es extraño encontrar, a todo lo largo de la Sierra del Guadarrama, restos de dicha contienda; desde bunkers, como los que hay en las cercanías del puerto de los Leones, hasta trincheras como estas que vemos aquí o incluso cementerios, como el que se sitúa en el mismo Puerto de Navafria, que acoge los restos de soldados italianos y del que apenas quedan ya restos visibles.
Una vez hechas las fotos de rigor y de haber retomado fuerzas, tenemos que continuar la marcha, ahora ya siguiendo la parte mas alta de la divisoria hacia el oeste. Así, bajamos en pocos minutos hasta el amplio Collado del Parrinoso, cabecera de otro circo glaciar mucho mayor que los vistos anteriormente; El circo de Peñacabra. Merece la pena salirse del sendero unos metros para asomarnos a su fondo.
Abandonado el collado, ahora hacia el suroeste y, siempre por lo mas alto del cordal, llegaremos a la segunda de las cumbres del día; el Alto del Parrinoso (2.174 m), de características muy similares al Pico del nevero. Muy cerca de este alto, está la cumbre de Peñacabra ((2.164 m), por la que tenemos que pasar, antes de cambiar de nuevo el rumbo, esta vez en dirección noroeste.
Continuando la ruta, bajaremos suavemente hasta un nuevo collado, cabecera como el anterior de otro circo; el de Hoyo Cerrado, también de considerables dimensiones y con un marcado y llamativo corredor, flanqueado por una aguja rocosa, en su pared occidental y que seguro se hará desear por mas de uno.
Este collado está separado de la cumbre de Los Pelados (2.138 m), a la que antecede, por apenas 20 metros de desnivel. Una vez en su cumbre (3 horas desde el inicio) veremos que mas bien se trata de una meseta, de la que se desprenden hacia el norte tres importantes cordales. Sin embargo nosotros continuaremos por la divisoria, ahora en dirección suroeste.
En este punto reconforta saber que, a pesar que aún nos queda una gran distancia para dar por finalizada la excursión, prácticamente todo lo que nos resta por hacer es una larga cuesta abajo. De esta forma, comenzamos a bajar en dirección al puerto de Malagosto.
Desde un leve collado situado en pleno cordal, apenas marcado y no muy lejano a la cumbre, podremos admirar el último de los circos glaciares de esta zona; el Hoyo Borrascoso, de menor tamaño que los dos anteriores, pero de naturaleza mas agreste y con paredes mas verticales.
Continuando el descenso hacia el puerto y muy cerca ya de él, también podremos ver, en la vertiente segoviana una cruz de hierro. Es la cruz de Juan Ruiz, erigida en honor del Arcipreste de Hita, tan aficionado a nuestra sierra como a los fogosos encuentros con rudas serranas, como el que en estos mismos lugares, tuvo con La Chata, tal como relata en El libro del Buen Amor:
Pasando una mañana por el puerto de Malagosto
salteome una serrana a la asomada del rostro,
«Ah de maja!», dis' «¿dónde andas, qué buscas o qué demandas
»por aqueste puerto angosto?»
Díxele yo a la pregunta: «Vome fasia Sotos albos.»
Dis: «El pecado barruntas en fablar verbos tan bravos:
»que por esta encontrada, que yo tengo guardada,
»non pasan los omes salvos.»
Paróseme en el sendero la sarnosa, ruín y fea
«Alahe,», dis', «escudero, aquí estaré yo queda:
»fasta que algo me prometas, por mucho que te arremetas
»non pasarás la vereda.»
Descender desde la cumbre de los Pelados hasta el Puerto de Malagosto nos habrá llevado aproximadamente una hora (Unas 4 horas de andar, desde el inicio)
Desde el puerto debemos girar a nuestra izquierda, hacia la vertiente madrileña y, por un marcado camino comenzar a perder altura en varios zigzags, muy cerca del centro de la vaguada que forma el valle. Muy pronto el camino se sitúa en el flanco de la loma situada a nuestra izquierda y poco a poco va perdiendo anchura, convirtiéndose en un sendero cada vez mas difícil de seguir y medio perdido entre los piornos. Sin embargo claramente se adivina que nos dirigimos a un collado situado sobre la mencionada loma, a una altura aproximada de 1.730 metros.
Una vez en dicho collado (4:45 horas desde el inicio) hay que bajar por los prados en dirección este, hacia un grupo de rocas, que bordeamos por la derecha. Seguimos perdiendo altura atentos para localizar un sendero que abandona los sucesivos prados inclinados por nuestra izquierda. Hay que señalar, que durante toda la bajada desde el colladito, tendremos unas estupendas vistas del Hoyo Borroscoso.
Tomamos el mencionado sendero que mediante ligeras subidas y bajadas nos ayuda a perder altura en un largo flanqueo a media ladera, alternando tramos de densa vegetación (piornos, espinos, rosales silvestres...) con pastizales. En un momento dado el sendero nos lleva a un nuevo prado, donde parece perderse, sin embargo solo hay que buscar la continuación por su parte mas baja.
Cada vez vemos mas cerca el bosque que ocupa el fondo del valle (del arroyo de la Sauca), hasta que por fin llegamos a un último praderío, ocupado por unos corrales metálicos para el ganado (algo menos de 6 horas desde el inicio). En su extremo sur nace una pista forestal que debemos seguir hacia el oeste. La pista gira en una cerrada curva y cambia de dirección, hasta llevarnos a un cruce con otra pista forestal, que remonta el vallecito de la Sauca ya muy cerca del curso del arrollo.
En este punto tan solo nos queda seguir esta pista hacia nuestra derecha, por terreno cada vez mas llano, para llegar, tras haber cruzado el río por un puente, a Alameda del valle. En total, habremos tardado en hacer esta excursión de 6 horas y media a siete horas, sin contar con paradas.
Evidentemente, habremos tenido que prever algún modo de recuperar los coches situados en el puerto de Navafría. En caso de no poder hacer la ruta en travesía, tal como se propone, otra opción es llegar hasta el Nevero, tal como se ha descrito, y desde allí regresar al puerto por lo alto del cordal, opción circular y mucho mas corta.
P.D.: Recomendamos el siguiente enlace para quien quiera saber más sobre el modelado glaciar en la zona que nos ocupa.
Texto: Hermano Mero
Fotos: Món y Hermano Mero
4 comentarios
Hermano Mero -
En cuanto a la ruta, puedes usar el mapa de la Sierra Norte, editado por La Tienda Verde
Un saludo
Hermano Mero
pablo -
Hermano Mero -
Mon -