Lo que no se ve, no existe
Como opción personal considero que cuando accedemos a la naturaleza, debemos hacerlo, en la mayor medida de lo posible, según sus propias condiciones, lo que a mi juicio significa prescindir de cualquier vehículo motorizado.
Considero que los modos urbanos deben quedarse ahí, en el medio urbano, entendiendo este no solo como el propio de la ciudad, sino como aquel con un alto grado de humanización, dado que es prácticamente imposible encontrar un lugar completamente ajeno a la influencia del hombre.
Sin embargo, como he dicho, esta es una opción personal, que puede ser compartida, o no, por otras personas.
Sin embargo, cuando una opción personal afecta a la sociedad en su conjunto, el estado, y concretamente la administración, como "brazo ejecutor" del mismo, debe tomar cartas en el asunto.
Pues bien, de la lectura del Decreto 110/1988, de 27 de octubre, de "Circulación y práctica de deportes con vehículos de motor", parece desprenderse que la Comunidad de Madrid y un servidor, tienen el mismo criterio respecto al tema del acceso "mecanizado" a la naturaleza.
Así, en la declaración de motivos de dicha normativa, se recoge que "El uso de los montes y predios forestales de la Comunidad de Madrid, como lugares de esparcimiento y recreo, es cada vez más intenso, resultando que determinadas actividades que en ellos se realizan, con vehículos a motor, son incompatibles con la tranquilidad que debe existir en los citados predios y también con su debida conservación. Ante esta realidad, y para evitar aquellos impactos que pudieran incidir negativamente en los usos forestales existentes o que supongan deterioro del estado actual del suelo, de la flora, vegetación, fauna y demás valores naturales, y con el fin de reducir o eliminar otros efectos perjudiciales, como pueden ser la emisión o el vertido de contaminantes y la producción de reunidos, se hace necesario regular tanto la circulación como las pruebas deportivas u otro tipo de actividades con vehículos a motor en los montes a cargo de la Comunidad de Madrid". Es decir, se reconoce que la circulación de vehículos a motor es una actividad que va mas allá de la pura opción personal y tiene un impacto negativo en el medio ambiente, y por tanto en un BIEN COMÚN a toda la ciudadanía, lo que lleva a la administración a su regulación.
Si seguimos leyendo dicho decreto, en el artículo 1 se recoge que "Con carácter general, la circulación de vehículos a motor en los montes a cargo de la Comunidad de Madrid se limita a las vías de tránsito autorizadas y a las áreas específicamente acondicionadas o que se acondicionen para ello, con la correspondiente señalización", a lo que posteriormente se añade que el incumplimiento de dichas normas dará lugar a sanción.
Pues bien, hasta aquí, todo parece indicar que la administración se ha propuesto regular una actividad determinada para salvaguardar el interés general. Sin embargo, invito a cualquiera a darse una vuelta, a modo de ejemplo, por los montes que rodean El Escorial, San Rafael o El Espinar, el sector más occidental de la Sierra de Guadarrama. Solo tendremos que acercarnos al Collado del Hornillo desde San Rafael para disfrutar de una innumerable maraña de sendas que en algunos casos se convierten en verdaderas trincheras, surcando laderas y praderas. Podremos ver como lo que hace menos de diez años eran estrechos senderos o caminos tradicionales, se han convertido en torrenteras de hasta cinco metros de anchura en algunos puntos, en los que el suelo ha desaparecido por completo, aflorando la roca. También podremos ver que alrededor de estas zonas, que se han vuelto completamente intransitables, incluso para los mismos que han provocado esta situación, comienzan a abrirse nuevas sendas, en las que la cubierta vegetal ya ha desaparecido... Y toda esta destrucción se ha producido, tal como delatan las huellas de tacos por el uso de motos todo terreno, evidentemente no por una ni por dos...
Lo habitual cualquier fin de semana es cruzarte, cuando recorres esta zona, numerosas de estas máquinas... Y eso lo sabe cualquiera que sea habitual por aquellos bosques. Curiosamente, lo que jamás he visto por allí es un agente del SEPRONA, ni ningún otro funcionario encargado de velar por la naturaleza.
En cambio, en las zonas mas visitadas de la sierra, mas expuestas a la mirada pública (lease, La Pedriza, Puerto de la Fuenfria, Cotos, o Navacerrada) hace años que no se ve una moto...
Yo me pregunto por la razón de esta situación y por el responsable de la misma. Respecto a la primera cuestión, mucho me temo que esta es, simplemente que lo que no se ve, no existe... Al responsable, sea el que sea este, le importa un pito lo que le pase a nuestra, repito NUESTRA, naturaleza. Respecto a la segunda pregunta, no tengo duda. El responsable es la administración pública, en este caso la Comunidad de Madrid, que legisla y dicta normas que luego no hace cumplir. Es decir, se lava la cara con papel mojado, salvo en aquellas zonas donde más evidente se haría su comportamiento de mirar distraídamente hacia otro lado.
A eso se le llama dejación de funciones, y en mi tierra hipocresía... A nuestros gobernantes se les llena la boca de palabras como crecimiento sostenible, ecología, medio ambiente, mientras sus actuaciones demuestran que todo eso solo les importa como herramienta de marketing.
Y lo peor, es que todo lo expuesto, únicamente es un ejemplo. Este comportamiento podemos observarlo en muchas otras zonas de nuestra geografía y administraciones (comenzando por la vecina Comunidad de Castilla-León), y no solo referida a la regulación de deportes a motor, sino en cualquier ámbito legislativo que tenga relación con el Medio Ambiente.
Pero desgraciadamente este es el país que nos ha tocado vivir. Por lo que a mi respecta, ni siquiera voy a pedir a los responsable que solucionen esta situación; Se que es como clamar en el desierto. Simplemente quiero demostrar mi desprecio. Mi profundo desprecio hacia todos aquellos que estando obligados a usar el poder que les hemos conferido nosotros, los ciudadanos, hacen un uso hipócrita de el, sirviendo únicamente a intereses que desde luego, no son los de sus administrados.
Hermano Mero
Considero que los modos urbanos deben quedarse ahí, en el medio urbano, entendiendo este no solo como el propio de la ciudad, sino como aquel con un alto grado de humanización, dado que es prácticamente imposible encontrar un lugar completamente ajeno a la influencia del hombre.
Sin embargo, como he dicho, esta es una opción personal, que puede ser compartida, o no, por otras personas.
Sin embargo, cuando una opción personal afecta a la sociedad en su conjunto, el estado, y concretamente la administración, como "brazo ejecutor" del mismo, debe tomar cartas en el asunto.
Pues bien, de la lectura del Decreto 110/1988, de 27 de octubre, de "Circulación y práctica de deportes con vehículos de motor", parece desprenderse que la Comunidad de Madrid y un servidor, tienen el mismo criterio respecto al tema del acceso "mecanizado" a la naturaleza.
Así, en la declaración de motivos de dicha normativa, se recoge que "El uso de los montes y predios forestales de la Comunidad de Madrid, como lugares de esparcimiento y recreo, es cada vez más intenso, resultando que determinadas actividades que en ellos se realizan, con vehículos a motor, son incompatibles con la tranquilidad que debe existir en los citados predios y también con su debida conservación. Ante esta realidad, y para evitar aquellos impactos que pudieran incidir negativamente en los usos forestales existentes o que supongan deterioro del estado actual del suelo, de la flora, vegetación, fauna y demás valores naturales, y con el fin de reducir o eliminar otros efectos perjudiciales, como pueden ser la emisión o el vertido de contaminantes y la producción de reunidos, se hace necesario regular tanto la circulación como las pruebas deportivas u otro tipo de actividades con vehículos a motor en los montes a cargo de la Comunidad de Madrid". Es decir, se reconoce que la circulación de vehículos a motor es una actividad que va mas allá de la pura opción personal y tiene un impacto negativo en el medio ambiente, y por tanto en un BIEN COMÚN a toda la ciudadanía, lo que lleva a la administración a su regulación.
Si seguimos leyendo dicho decreto, en el artículo 1 se recoge que "Con carácter general, la circulación de vehículos a motor en los montes a cargo de la Comunidad de Madrid se limita a las vías de tránsito autorizadas y a las áreas específicamente acondicionadas o que se acondicionen para ello, con la correspondiente señalización", a lo que posteriormente se añade que el incumplimiento de dichas normas dará lugar a sanción.
Pues bien, hasta aquí, todo parece indicar que la administración se ha propuesto regular una actividad determinada para salvaguardar el interés general. Sin embargo, invito a cualquiera a darse una vuelta, a modo de ejemplo, por los montes que rodean El Escorial, San Rafael o El Espinar, el sector más occidental de la Sierra de Guadarrama. Solo tendremos que acercarnos al Collado del Hornillo desde San Rafael para disfrutar de una innumerable maraña de sendas que en algunos casos se convierten en verdaderas trincheras, surcando laderas y praderas. Podremos ver como lo que hace menos de diez años eran estrechos senderos o caminos tradicionales, se han convertido en torrenteras de hasta cinco metros de anchura en algunos puntos, en los que el suelo ha desaparecido por completo, aflorando la roca. También podremos ver que alrededor de estas zonas, que se han vuelto completamente intransitables, incluso para los mismos que han provocado esta situación, comienzan a abrirse nuevas sendas, en las que la cubierta vegetal ya ha desaparecido... Y toda esta destrucción se ha producido, tal como delatan las huellas de tacos por el uso de motos todo terreno, evidentemente no por una ni por dos...
Lo habitual cualquier fin de semana es cruzarte, cuando recorres esta zona, numerosas de estas máquinas... Y eso lo sabe cualquiera que sea habitual por aquellos bosques. Curiosamente, lo que jamás he visto por allí es un agente del SEPRONA, ni ningún otro funcionario encargado de velar por la naturaleza.
En cambio, en las zonas mas visitadas de la sierra, mas expuestas a la mirada pública (lease, La Pedriza, Puerto de la Fuenfria, Cotos, o Navacerrada) hace años que no se ve una moto...
Yo me pregunto por la razón de esta situación y por el responsable de la misma. Respecto a la primera cuestión, mucho me temo que esta es, simplemente que lo que no se ve, no existe... Al responsable, sea el que sea este, le importa un pito lo que le pase a nuestra, repito NUESTRA, naturaleza. Respecto a la segunda pregunta, no tengo duda. El responsable es la administración pública, en este caso la Comunidad de Madrid, que legisla y dicta normas que luego no hace cumplir. Es decir, se lava la cara con papel mojado, salvo en aquellas zonas donde más evidente se haría su comportamiento de mirar distraídamente hacia otro lado.
A eso se le llama dejación de funciones, y en mi tierra hipocresía... A nuestros gobernantes se les llena la boca de palabras como crecimiento sostenible, ecología, medio ambiente, mientras sus actuaciones demuestran que todo eso solo les importa como herramienta de marketing.
Y lo peor, es que todo lo expuesto, únicamente es un ejemplo. Este comportamiento podemos observarlo en muchas otras zonas de nuestra geografía y administraciones (comenzando por la vecina Comunidad de Castilla-León), y no solo referida a la regulación de deportes a motor, sino en cualquier ámbito legislativo que tenga relación con el Medio Ambiente.
Pero desgraciadamente este es el país que nos ha tocado vivir. Por lo que a mi respecta, ni siquiera voy a pedir a los responsable que solucionen esta situación; Se que es como clamar en el desierto. Simplemente quiero demostrar mi desprecio. Mi profundo desprecio hacia todos aquellos que estando obligados a usar el poder que les hemos conferido nosotros, los ciudadanos, hacen un uso hipócrita de el, sirviendo únicamente a intereses que desde luego, no son los de sus administrados.
Hermano Mero
11 comentarios
jorgebs -
Runa -
Mon -
Hermano Mero -
Mon -
Roberto Naveiras -
es aqui, esto esta hecho un desastre. Cuanto mas conozco a las gentes de
pueblo, a los que viven mas apartados de los centros de decision, a las
gentes que viven en las aldeas mas reconditas... mas mania les tengo. Es
triste decirlo, ya se que la creencia popular es que el campesino es el
primer ecologista, el que mas se preocupa por defender la Naturaleza. Nada
mas alejado de la realidad; el hombre del campo, el que vive en medio del
monte, salvo honrosas excepciones, es un autentico depredador, que solo se
preocupa de si mismo y de sacar el mayor provecho de lo que la Naturaleza
le ofrece sin preocuparse de si va a dejar algo que depredar a sus hijos.
Es egoismo puro y duro. Me duele decir esto, porque yo siempre vivi en el
campo, actualmente en un pueblo de 50 habitantes, pero es lo que veo a mi
alrededor. Aqui si el monte se quema no se preocupa ni dios, sierras
enteras se queman todos los años en incendios provocados por los vecinos
para generar pastos. Pastos y erosion, degradacion y paramos desolados al
cabo del tiempo. Me gustaria que te dieses una vuelta por aqui, por el
occidente de Asturias y comprobaras por ti mismo lo que causan algunos de
mis convecinos. En lo que va de año se han quemado mas hectareas que en
todo el año anterior.... si, la climatologia, ya lo se :), pero a
cualquier lugar que mires veras monte carbonizado.
Y encima, los muy cabrones se permiten el lujo de amenazar.... en fin, esto
es un cashondeo.
moncaju -
Miguel Ángel Menéndez -
lo que se ponga por delante, dando aletazos, alimentando a todo bicho
viviente, llevándose todo tipo de "recuerdos" ( e incluso mutilando bichos
para hacer la "gracia" como tuve la desgracia de presenciar recientemente)
.........entiendo que no debe ser muy bueno para la conservación de la fauna
y flora marinas.
En el caso del monte, pasa lo mismo. No vamos a ser menos conservacionista porque estemos más acostumbrados a ver ciervos que sardinas.
Kikko -
Runa -
Sr. Ravo -