IBÓN DE ACHERITO Y PICO ARALLA
En esta ocasión volvemos a la Jacetania, una de nuestras comarcas pirenaicas favoritas, para describir una ruta circular, que nos permitirá conocer uno de los ibones más occidentales del Pirineo, así como ascender a dos cumbres poco conocidas, pero con una posición estratégica, El Mallo Cristián y El Larraille o Aralla, según usemos el topónimo francés o Aragonés.
Comenzamos nuestra excursión en Güarrinza, lugar situado en el curso alto del río Aragón Subordán, y que como ya dijimos en otra ocasión, a pesar de que geográficamente formaría parte del valle de Echo (o Hecho, que de ambas formas se ve escrito), administrativamente pertenece al término municipal de sus vecinos de Ansó.
Mallo Cristián desde Guarrinza
Podemos dejar el coche en una pradera con mesas y bancos de piedra, situada a la izquierda de la pista asfaltada que sube desde el pueblo de Echo hacia Aguas Tuertas, justo en el punto donde acaba el asfalto, o bien, en la misma pista, en algún apartadero, con cuidado de no estorbar el tráfico de otros vehículos.
Comenzamos a caminar en esta misma pradera. Al final de la misma existe un puente sobre el río, el cual cruzaremos, para seguir por una pista de tierra hasta la confluencia con el barranco de Acherito. Hay que cruzar un vallado de alambre, justo en el punto donde existen varios paneles informativos y un par de carteles de GR.
Una vez cruzado el vallado por una portilla rústica dispuesta al efecto, tomamos un sendero que, rumbo norte, recorre el margen orográfico izquierdo del Arroyo de Acherito.
Poco a poco y de forma suave tomamos altura, alejándonos del fondo del barranco, para en unos diez minutos internarnos en otro barranco secundario; el de las Foyas.
El sendero continúa ascendiendo suavemente por la orilla orográfica izquierda del barranco, hasta que en una zona más llana cruzamos el escaso riachuelo. A partir de este momento el sendero gana en inclinación y asciende realizando varios zigzag por la ladera, desprovista de arbolado como el resto de la excursión.
Nada más pasar una zona más pedregosa, ya a bastante altura sobre el fondo del barranco y justo debajo de la zona donde la ladera se convierte en pared rocosa, el sendero se bifurca. Nosotros seguiremos el de la izquierda, que cambia de dirección y continúa a media ladera, rodeando el Mallo Cristián. El otro sendero será por el que regresemos al finalizar la excursión. En toda esta zona tendremos unas vistas estupendas de las montañas que rodean la Selva de Oza; el Castillo de Acher, Agüerri, Bisaurín, Lenitos, Peñaforca y sobre todo de la estupenda proa del Chipeta.
Castillo de Acher desde la ladera del Cristián
Al fondo, el Chipeta
Continuamos nuestro rodeo, traspasando varias lomas secundarias, hasta situarnos de nuevo sobre el barranco de Acherito, lo que nos dará inmejorables vistas sobre el Collado y el Pico Petraficha (o Quimbóa), Gorreta de los Gabachos, Chinebral de Gamueta y Mallo Acherito. Poco a poco nuestro sendero vuelve a tomar dirección norte, por zonas ya ocupadas por pastos alpinos, hasta que finalmente demos vista al bucólico Ibón de Acherito. Hasta aquí habremos invertido unas dos horas de marcha, por sendero muy marcado, dado que este lugar es bastante frecuentado por excursionistas.
Este Ibón, como ya hemos dicho, es uno de los más occidentales de la cordillera, y se sitúa en un definido circo glaciar que no veremos hasta encontrarnos en la mismísima orilla, y que está abierto hacia el oeste y delimitado por una alta loma herbosa al norte, fronteriza con Francia y por la que podríamos llegar fácilmente al collado de Acherito. Inmediatamente al este de dicha loma se sitúa la Peña del Ibón, una marcada brecha y las dos cumbres gemelas del Laraille. Finalmente, al sur de dicho pico se sitúa la cumbre principal del Mallo Cristián, también llamado en algunos mapas como Mallo de las Foyas. Este será nuestro primer objetivo.
Ibon de Acherito
Después de haber disfrutado del entorno, y desde luego que el lugar merece un buen rato de tranquilidad y contemplación, reemprenderemos la marcha dirigiéndonos hacia el fondo del circo, aprovechando un sendero que bordea el Ibón, cerca de su orilla derecha, según el sentido de la marcha.
Una vez en el fondo del circo observaremos que está ocupado por una enorme pedrera que en su punto más meridional llega hasta la misma cresta. Es hacía allí donde debemos dirigir nuestros pasos. La forma más cómoda para ello es atravesar una zona de grandes bloques de piedra, hasta alcanzar una loma herbosa que bordea gran parte de la pedrera por su izquierda y que nos sitúa por debajo de la cumbre del Mallo de las Foyas.
Ascendiendo. Al fondo Petrechema y Mallo Acherito
Ascendemos por esta loma que progresivamente se vuelve más inclinada. Pronto comenzamos a ver hitos de piedra y restos de senderos que por fin nos introducen en la pedrera. Hay una zona algo más vertical, aunque en ningún momento complicada (en verano y sin nieve o hielo, claro) y el sendero cada vez se hace más evidente. Nada más pasar esta zona más inclinada nos situamos bajo una marcada horcada, muy evidente y a tiro de piedra, pero debemos evitar la tentación de subir por allí, en su lugar flanqueamos la pedrera hacia nuestra izquierda y por unos grandes bloques de roca, subimos los últimos metros que nos quedan hasta la cresta.
Aralla desde la Pedrera
Desde el Ibón, que vemos a nuestros pies, hasta aquí habremos tardado de media hora a tres cuartos. En el punto donde nos encontramos; un collado entre la cresta del Laraille y la cumbre del Mallo de las Foyas o Cristián, tenemos a tiro de piedra esta última cumbre... Apenas diez metros, nos separan de ella, por lo que merece la pena subirla.
Aralla desde el Collado
Esta cumbre domina todo el llano de Guarrinza, por lo que las vistas sobre las cumbres que rodean esta zona, la Selva de Oza y el Barranco de Acherito son muy buenas, aunque similares a las que venimos disfrutando durante toda la excursión. También tenemos buenas vistas sobre las cumbres de Linza y Larra la novedad se encuentra en la visión del Ibón de Acherito desde su vertical, y de la multitud de cumbres pirenáicas que asoman detrás de la cresta del Mallo Cristián. De todas ellas despunta la doble cumbre del Midi D`Ossau.
Anie, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema y Sobarcal
Chipeta y Petraficha, desde la cumbre
Ibón, Mallo Acherito y Chinebral de Gamueta
Mas cerca tenemos las cumbres que rodean las Foyas de Santa María; a parte del mismo Mallo Cristián, destaca el Laristé, el pico más alto de esta zona y el Laraille, muy cerca de nosotros.
Aquí tenemos dos opciones; bien bajar desde la cumbre, directamente al fondo de las Foyas, por terreno alomado al principio y aprovechando un sendero bien marcado en la pedrera, después, o bien atacar la cumbre del Laraille (o Aralla). Si optamos por lo segundo debemos retroceder hasta algo más abajo del collado donde alcanzamos la cresta, y por donde mejor veamos retomarla de nuevo (es lo más cómodo). La seguimos, más o menos por la parte más alta, esquivando los resaltes más dificultosos por su lado oriental (el que da a las Foyas), ya que el otro cada vez se vuelve cada vez más escarpado, hasta convertirse en una pared completamente vertical.
Cuando lleguemos a la zona donde la cresta toma mayor inclinación, al pié ya de la cumbre, lo mejor es alejarse de su borde, y siguiendo las trazas de un sendero pasarnos a la inclinada ladera que da vistas a las Foyas de Santa María. El sendero poco a poco nos introduce en un ancho canalizo de piedra y hierba, por el que finalmente alcanzamos la cumbre. Hasta aquí habremos tardado una media hora desde la cumbre del Mayo Cristián (3 horas desde el inicio).
Cumbre del Laraille
Las vistas desde aquí son similares a las de nuestra anterior cumbre, con la diferencia que perdemos referencias hacia Guarrinza y las ganamos hacia Francia y el Valle de Lescún, donde podemos observar las impresionantes Agujas de Ansabere. También aparecen ante nuestros ojos el Pico Petrechema y la Mesa de los Tres Reyes. A pocos metros de nosotros aparece la cumbre gemela de la Aralla, de igual altura, pero desplazada hacia el oeste, por lo que ninguna de sus laderas cae sobre las Foyas de Santa María. Ambas cumbres son impresionantes, cortadas a pico sobre el lago de Acherito. Finalmente también podemos ver todo el cordal que llega hasta el pico Laristé, cerca del Puerto del Palo.
Lescún desde Laraille
Cumbre gemela del Laraille
Cordal hacia el Puerto del Palo
Para descender del pico, lo mejor es retroceder por el mismo sitio por donde vinimos, hasta que veamos más o menos cómodo el descenso directo al sendero que se ve más abajo, en mitad de la pedrera (el mismo que comentamos anteriormente por si decidíamos no hacer cumbre en la Aralla). Personalmente, creo que lo mejor es llegar prácticamente hasta el collado cercano al Mallo Cristián; nosotros, intentamos descender directamente desde el canalizo de acceso a la cumbre, y terminamos desistiendo, dado lo incómodo del terreno.
En cualquier caso, elijamos el descenso que elijamos, debemos terminar en dicho sendero y seguirlo hacia el norte, bordeando toda la ladera este de la Aralla. En principio nos encontramos en una inmensa tartera, cubierta de rocas, sin embargo, al llegar a una horcada situada inmediatamente al noreste del pico y con vistas hacia Francia, comenzaremos a descender por terreno cada vez más cómodo, donde la hierba va ganando terreno a la roca.
Bajamos por esta vaguada, dejando a nuestra espalda el pico que acabamos de hacer, hasta que encontremos un senderito marcado con hitos que cambia de dirección, hacia nuestra derecha. El sendero se introduce en una zona algo caótica, llena de pequeñas alturas y dolinas cubiertas de hierba. Otra opción, para alargar nuestro agradable paseo por esta zona tan solitaria es no girar a la derecha tan pronto, sino llegar a un pequeño collado desde el que se observa, bastante más abajo de nuestra posición una gran pradera, y un marcado sendero que conduce hacia el Puerto del Palo. Si lo deseamos podemos bajar hasta esas praderas, o bien torcer hacia la derecha en el mismo collado, sin sendero pero sin ninguna dificultad.
Aralla desde las Foyas de Santa María
En cualquier caso debemos bajar a la parte más alta del Barranco de las Foyas, allí donde dicho barranco pierde inclinación y se abre hacia el inmenso circo en el que nos encontramos, al que por cierto, cierta amante de la fauna, rebautizó con el nombre de “Ciudad de las marmotas”, por razones bastante obvias...
Una vez que estemos en el curso del barranco debemos descender por un buen sendero que recorre su orilla orográfica derecha. Poco a poco vamos alejándonos del cauce, casi siempre seco, hasta que finalmente encontremos el cruce con el sendero que conduce al Ibón de Acherito, por donde ya pasamos al inicio de nuestra excursión. Desde aquí solo queda desandar lo andado, por terreno ya conocido.
Toda la bajada desde la cumbre nos habrá llevado unas dos horas y media, y en total, toda la marcha supondrá unas cinco horas y media o seis horas, sin correr, es decir, se trata de una excursión bastante gratificante, agradecida y no muy cansada.
DIFICULTAD: Media. Sendero bastante marcado hasta el Ibón de Acherito. Zona de alta montaña, con pedreras y algún que otro punto donde habrá que trepar, para llegar a la cumbre, y descenso por senderos algo confusos, pero por zona de facil orientación. En general, en condiciones estivales no existen peligros, salvo en la subida final a la cima. En invierno la cosa cambia. Imprescindibles piolet y crampones.
HORARIO: 5:30 O 6 horas, a paso tranquilo.
CARTOGRAFÍA: “Belagua, Anso, Echo.” Colección Cuadernos Pirenáicos. 1:35.000. Sua Edizioak. 2000.
Texto y Fotos.: Hermano Mero.
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Hermano Mero -
Juan -