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HERMANO MERO & HERMANA CABRA

Rutas Pirineos

OCHO DÍAS EN EL PAÍS DEL PIRINEO. LA VUELTA A ANDORRA.

Andorra es mucho más que la Sodoma y Gomorra del consumismo sin freno, es, como dice su publicidad institucional, “el país del Pirineo”…. Y para comprobarlo tan solo debemos levantar la vista por encima de los centros comerciales y observar ese horizonte vertical, de montañas que parece que quisieran arrojarse sobre la ciudad y sepultarla. O mejor aún, debemos subir a esas mismas montañas, y desde allí, desde la lejanía, observar el bullicio y comprender lo parcial de esa fachada de cartón piedra en la que muchos se quedan cuando visitan Andorra.

Este pequeño país, de menos de 500 km cuadrados de extensión, guarda en su interior gran parte de la diversidad de la cordillera, abarcando, en sus alturas meridionales los paisajes amables del Pirineo Mediterraneo, y al norte y oeste los agrestes relieves del Pirineo central.

 Además, cuenta con unos senderos estupendamente señalizados y con una envidiable red de refugios, en su mayoría sin guardar, pero en perfecto estado, limpios, y dotados de lo básico para la pernocta; literas metálicas, chimenea, leña, bancos y mesas, botiquín, etc…

Aprovechando esos refugios, y la red de senderos de la que hablamos antes, es posible hacer la vuelta a Andorra, una travesía de montaña casi circular, y que tal como la planteamos aquí toma como base el GRP (Gran Recorrido país), señalizado con marcas rojas y amarillas. Sobre este recorrido hemos decidido introducir diversos cambios, a veces premeditados, a veces impuestos por la meteorología, o bien decididos sobre la marcha, con la excusa de conocer lugares que el recorrido oficial deja de lado.

Hay que señalar que el recorrido de este GR se está modificando en la actualidad, por lo que la señalización sobre el terreno no coincide con la que se encuentra actualmente en la cartografía, e incluso con la información “oficial” de Andorra.

  

Llanos de Siscaro entre las nubes

Respecto a la ruta que aquí se describe, decir que la principal diferencia respecto al GRP es que se elimina la primera etapa, es decir, en lugar de salir de la población de Juberri para dormir en el refugio de Perafita, y al día siguiente continuar hasta el refugio de L`Illa, se ha optado por salir directamente de Escaldes (lo que facilita la organización en caso de depender del transporte público), para, en el mismo día y siguiendo el valle de Madriu, llegar hasta L`Illa. De esta forma conocemos uno de los más bonitos valles andorranos, pero al precio de no visitar el circo de Perafita.

Otro cambio ha sido el de dividir por la mitad las dos etapas más duras del recorrido, por lo que la vuelta se completa en 8 días, que pueden reducirse a 6, a costa de una mayor dureza de la travesía.

En cuanto a la logística, decir que se ha optado por minimizar las pernoctas en refugios libres, a favor de refugios guardados y hoteles/hostales, con la finalidad de reducir al máximo el peso y la comida con la que tener que cargar. ¿La razón?... Quizás la edad, quizás el aburguesamiento. En cualquier caso, es una opción personal. Tal como hemos dicho antes, los refugios libres están en perfectas condiciones de uso, por lo que cada uno puede organizar la vuelta como le plazca.

Conviene saber de todas formas que, podemos avituallarnos en las Bordas de Envalira (al final de la segunda etapa), en el refugio Juclar (final de la tercera etapa), el Serrat o Llors (final de la quinta etapa), con preferencia del primero, pues en verano es más facil encontrar comercios abiertos, y en el refugio de Comapedrosa (sexta etapa).

Cuando hablamos de avituallarse en refugios guardados, nos referimos a que podemos contratar media pensión y un picnic para el día siguiente, aunque el precio de dicho picnic suele ser elevado.

La dificultad de la ruta en su conjunto no es elevada, pero tampoco hay que menospreciarla, sobre todo por la alta cota por la que trascurre y por su duración, lo que nos obligará a pasar una buena temporada en la montaña y a estar expuestos al mal tiempo. Además hay algún paso concreto, que sin ser difícil nos obligará a ser precavidos.

Estas indicaciones son para condiciones estivales, sin hielo ni nieve, cuya presencia aumentarían sustancialmente la dificultad y dureza de la ruta.

Y por último, una sugerencia antes de comenzar con la descripción detallada de cada etapa: Al finalizar la travesía no debemos desdeñar una visita a las instalaciones termales de Caldea. En mi opinión, la mejor forma de terminar la travesía y de reconciliarnos con la civilización.

 

JORNADA 1ª: ESCALDES – REFUGIO DE L`ILLA

Horario: De 4 horas y media a 5 horas.

Desnivel: Alrededor de 1450 m de subida continua.

Dificultad: Facil; Caminos y senderos bien trazados y señalizados.

 

Para salir de Escaldes tendremos que buscar el hotel Panorama, situado en la parte alta de la población, y desde allí tomar la carretera de L`Obac, en dirección este. Pasamos una gasolinera, y pocos metros después abandonamos la carretera por un ancho camino a mano derecha, en el que encontramos las marcas rojas y blancas del GR-7.

El camino, cubierto de avellanos asciende con fuerte pendiente hasta encontrar la carretera del Estany de Engolasters. Seguimos unos metros la carretera y la abandonamos por un camino que se introduce en el valle de Madriu, siguiendo el margen orográfico izquierdo del río (derecha según el sentido de la marcha).

Exuberante vegetación junto al camino.

Al poco rato, justo en el punto más encajonado del valle, cruzamos el río por un puente y continuamos ascendiendo a su lado, hasta llegar a las bordas de Entremasaigües. En este punto un ramal del camino cruza el río y se introduce en el valle del Riu de Perafita, desde donde llegaríamos al refugio de igual nombre. Sin embargo nosotros continuamos en la misma dirección que traíamos, remontando el valle de Madriu.

Poco después de sobrepasar otra borda, un camino se nos  unirá por la izquierda, es el GR-11, que viene del pantano de Engolasters.

 

Valle de Madriu

Continuamos, entre pinares y prados, hasta llegar al primero de los refugios libres que vamos a encontrar en la travesía; el de Fontverd, aproximadamente a una hora y media / dos horas desde el comienzo de la marcha.

Seguimos ascendiendo por el valle hasta llegar al Pla de l`Ingla, donde el valle pierde inclinación y se abre, en un paisaje ocupado por pinares y bucólicos prados. Poco después de sobrepasar este rellano llegamos a un nuevo refugio, Riu dels Orris, a unas tres horas y media del comienzo, siendo una buena opción si queremos acortar la etapa de hoy y alargar la del día siguiente.

Pla de L`Ingla

Si decidimos continuar, tendremos que continuar por nuestro camino, que pronto abandona el curso del río y cambia de dirección hacía el norte – noreste, a la vez que comienza a ganar altura para superar un primer repecho y dejar atrás el bosque.

A partir de aquí cambia el paisaje, el horizonte se abre y entramos en una zona de alta montaña, cubierta de prados encharcados y lagos.

Alta montaña en el valle de Madriu

Sobrepasamos dos lagos de mayor tamaño, el Estany de la Bova, que dejamos a nuestra derecha, y el Estany Rodo, que bordeamos por el sur. A los pocos minutos llegamos al alargado refugio de L`Illa, justo debajo del muro de contención del Estany de igual nombre.

El refugio, donde damos por finalizada la jornada desde luego no es el más bonito de los que veremos, pero está limpio, dispone de fuente y es enorme, a pesar de lo cual, en fin de semana puede encontrarse lleno de gente.

 

JORNADA 2ª: REFUGIO DE L`ILLA – BORDAS D`ENVALIRA

Horario: Unas 6 horas a paso tranquilo.

Desnivel: Menos de 500 m de subida acumulada y unos 900 de bajada.

Dificultad: Facil. Senderos bien marcados. La única dificultad se encuentra en la bajada al Estany del Cap de Pessons, que transcurre por una canal muy inclinada, aunque con sendero marcado por el paso de la gente.

 

Desde el refugio subimos hasta la presa del Estany de L`Illa, que comenzamos a bordear por el este, hasta llegar a un pequeño collado. Desde el collado, ganamos varios metros y continuamos el flanqueo del lago, hasta situarnos en su orilla norte, para después pasar por otro pequeño estany, que en verano puede estar seco, Desde aquí el sendero va cobrando altura, cada vez con más pendiente.

Dejando atrás el estany de L`Illa

Por suerte, la cuesta no dura mucho y pronto nos situamos a la altura de la Portella dels Pessons. El sendero gira a la izquierda sin llegar a alcanzarla y la sobrepasa en altura, subiendo, ahora de forma más sosegada, por las laderas del pico de Pessons, o del Gargantillar (2.862 m).

Hay que aclarar que, en función de la cartografía y bibliografía que usemos, vamos a encontrar dos picos de Pessons; uno, este del que estamos hablando, que cierra el circo del mismo nombre por el sur, y otro, de menor altura, aunque de perfil más agreste, que cierra el circo por el noroeste.

Al margen de esta cuestión de toponímia, nuestro sendero pasa muy cerca de la cumbre de esta montaña, apenas una decena de metros, por lo que acercarnos hasta ella no supone ningún esfuerzo y las vistas, de toda la cuenca lacustre nos recompensará con creces.

Desde la cumbre, el "otro" pico de Pessons, y los lagos de igual nombre

También podremos admirar, al norte, todo el cordal que vamos a recorrer en los próximos días, la zona de Juclar y de Cabana sorda, al norte, mientras que al sur veremos el cordal fronterizo, que nos separa de España y del valle de la Cerdaña, destacando la Tossa plana de Lles. Unicamente desmerecen las vistas la zona del puerto de Envalira, y de la estación de esquí de Grau Roig.

L`Illa y montañas fronterizas con la Cerdaña

Inmediatamente después de la cumbre, y recuperado el sendero, pasamos por una portilla, vertiginosa por su ladera norte, a partir de la cual la loma se estrecha, aunque en ningún momento llega a plantear dificultades. Pasamos por una nueva cumbre, muy ancha y llana, a 2.838 m, autentico nudo de cordales, para girar al norte y comenzar a bajar en dirección a la Collada de Pessons.

Desde la cumbre de Pessons, el tramo de cordal que nos queda por recorrer, y a la derecha, canal de bajada a los lagos

Hay que estar atentos a las marcas del GR, porque no hay que llegar hasta el collado, al contrario, a los pocos minutos de comenzar a bajar, tendremos que abandonar el cordal a la altura de una portilla poco marcada, comenzando a bajar por una canal muy inclinada, que por suerte está recorrida por un sendero.

Pico de Pessons durante la bajada

Trazamos numerosos zig-zag, que hacen más llevadero el descenso, hasta que por fin el terreno pierde inclinación, cerca del Estany del Cap dels Pessons.

Una paradita junto al lago Cap de Pessons

A partir de aquí la bajada es una sucesión de lagos, que invitan a tomarse la marcha con tranquilidad y disfrutar de los paisajes, aprovechando que la etapa no es demasiado larga.

De forma sucesiva pasamos por los Estanys del Cap, de les Fonts, del Meligar, Rodó y Forcat.

Estany de Les Fonts

Estany Meligar

Otra vez el Meligar

Estany Rodo

Desde el estany Forcat giramos a la derecha y perdemos unos cincuenta metros de altura con fuerte pendiente, para situarnos en el plano del ultimo de los lagos que vamos a visitar; el Estany Primer.

Estany Primer

Rodeamos el Estany por su orilla derecha, superando su desagüe y llegando finalmente a un bar-restaurante que invita al descanso. Las vistas desde su terraza hacia el lago y el pico Montmalus son soberbias.

Sufriendo los rigores de la montaña

Reanudamos la marcha por una pista de tierra que desde el mismo restaurante pierde altura en dirección al fondo del valle, pero a los pocos minutos la abandonamos por otra pista que, a la izquierda, gana unas decenas de metros. Seguimos por esta pista, siguiendo las marcas del GRP en dirección norte, hasta una marcada curva, donde abandonamos la pista para continuar por sendero. Estamos rodeando las lomas herbosas que cubren toda la cara norte de los Picos del Cubil.

Un poco más adelante nos encontramos con unas pistas de esquí, siguiéndolas ladera abajo hasta volver a encontrar la pista forestal. Las marcas del GRP nos ayudan a atajar las curvas de la pista, bajando por una vaguada hasta cruzar el río de les Solanelles del Cubil, más o menos a la altura de unas instalaciones de la estación. Un poco más al noroeste, muy cerca de las pistas, podemos ver el refugio de les Pedres.

Continuamos siguiendo las marcas de GR, que definitivamente abandonan la pista de tierra y se introducen en un espeso y húmedo bosque, para, tras una fuerte bajada, alcanzar el río Valira D`Orient.

Cruzamos el río por un puente y subimos unas decenas de metros por pista, hasta alcanzar la carretera. Nos encontramos en las bordas D`Envalira, donde existe una tienda donde comprar alimentos, una gasolinera y varios establecimientos hoteleros (muchos cerrados en verano, por lo que conviene informarse con antelación).

 

JORNADA 3ª: BORDAS D`ENVALIRA - REFUGIO DE JUCLAR

Horario: Unas 5 horas.

Desnivel: Alrededor de 750 m de subida acumulada y algo más de 450 m de bajada .

Dificultad: Facil hasta el refugio de Siscaró. Desde allí, el terreno se vuelve abrupto y poco pisado, con algún paso fácil, aunque expuesto ,por lo que se encuentra asegurado con un cable.

 

Comenzamos la etapa de hoy en las bordas d`Envalira, retrocediendo por la carretera hasta el punto en el que fuimos a dar con ella en la etapa anterior.

Subimos varios metros más, siguiendo dicha carretera, hasta sobrepasar la última de las edificaciones de las bordas y cruzar el cauce del Río Massau.

Nada más cruzar el río, a mano izquierda, un cartel y las señales del GRP indican el sendero que debemos tomar, ladera arriba y con fuerte inclinación.

Ganamos altura rápidamente, alejándonos del cauce del río, por zona de prados y pinos dispersos. Posteriormente la cuesta pierde inclinación, a la vez que el bosque se vuelve más espeso y volvemos a acercarnos al cauce del río, que gira hacia la derecha.

Llegado un momento, caminaremos justo al lado del río, ahora ya un simple riachuelo, hasta que lo cruzamos y continuamos ascendiendo, finalizado el pinar, por campas herbosas, siguiendo siempre las marcas de GRP.

Finalmente llegamos al fondo de un circo con las laderas cubiertas de hierba y ascendemos por su fondo, dejando a nuestra derecha un corral de piedras, para finalmente alcanzar el cordal, que debemos seguir hacia la izquierda (oeste) hasta alcanzar su máxima cota (2589 m).

El valle Valira D`Orient, y el circo herboso que acabamos de dejar atrás.

En este punto el sendero gira hacia el norte y descendemos hasta el Port Dret, a cuya derecha podemos observar el desolado valle del Riu de Sant Josep.

Valle del Riu de Sant Josep, desde el Port Dret

Continuamos al norte, realizando un flanquéo a media ladera  que nos lleva hasta el Pas de les Vaques, un pequeño colladito desde el que por fin podemos ver los Estanys de Siscaró, nuestro próximo objetivo.

Estanys de Siscaró desde el Pas de les Vaques

El descenso no es muy inclinado, y se ve facilitado por el sendero, bien trazado y que finalmente nos deposita en el rellano donde se sitúan los lagos (el de la izquierda puede estar seco en verano).

Pas de les Vaques desde el mayor de los estanys de Siscaró.

Podemos continuar la bajada directamente siguiendo el desagüe del estany de la derecha, pero el camino es más inclinado e incómodo, por lo que es mejor rodear el pequeño cerro que separa ambos lagos, siguiendo las señales de GRP y HRP (alta ruta pirenaica, que se nos ha unido poco antes) y comenzar el descenso por una vaguadita, suavemente al principio, y después, tras girar a la derecha, con más inclinación, hacia un segundo rellano, donde se sitúa el refugio de Siscaró.

Llano de Siscaró

El rellano está ocupado por prados encharcados, que bordeamos por la izquierda, sin necesidad de acercarnos al refugio (salvo que lo deseemos). Al terminar el rellano nos encontramos con un importante cruce de caminos.

Aquí tenemos dos opciones; el antiguo trazado del GRP, continuaba recto, por un sendero que, perdiendo más de 250 m de desnivel, bajaba hasta el Valle de Incles, para después volver a remontar hasta el refugio de Cabana Sorda. Desde el fondo del valle también podríamos subir al refugio de Juclar por su camino de acceso normal, tras subir más de 400 m de desnivel positivos.

Sin embargo, en la actualidad, las señales del GRP giran a la derecha, cruzando un puente para posteriormente ganar altura por la ladera contraria, hasta situarse sobre un hombro que nos da acceso a la cara norte de la Tossa de Juclar.

De repente el terreno placido por el que hemos estado caminando todo el día cambia radicalmente, y las paredes vertiginosas y el granito toman el relevo a los esquistos y los prados de altura.

Comenzando el flanquéo de la cara norte de la Tossa de Juclar.

A nuestros pies el Riu de Juclar se encañona y el sendero, apenas transitado pero perfectamente marcado, se ve obligado a aprovechar una serie de terrazas para atravesar las paredes por su punto más débil.

Realizamos una bajada fácil, pero por terreno húmedo y resbaladizo, perdiendo altura por encima de las paredes que caen a plomo sobre el barranco. Este tramo está equipado con un cable metálico para dar seguridad. Aún así conviene concentrarnos y ser precavidos.

Pasado este tramo, cruzamos una incómoda pedrera de grandes bloques y comenzamos a bajar hacía el camino normal de acceso de los lagos de Juclar, que se ve a nuestros piés.

Una vez nos hayamos unido al ancho camino que asciende por el fondo del barranco, tan solo nos quedará seguirlo, pasando por un par de rellanos, antes de llegar a la presa que cierra el Estany primer de Juclar.

Estany primer de Juclar

Una vez en la presa, giramos a mano derecha para, en un par de metros más, encontrar el refugio.

Este camino que hemos descrito puede no ser aconsejable en caso de lluvia, mal tiempo, o por supuesto, hielo, en tal caso debemos valorar la posibilidad de bajar desde Siscaró hasta el fondo del valle, para desde allí volver a remontar por el camino normal los más de 400 metros de desnivel que nos separan de Juclar. El rodéo nos supondrá un esfuerzo extra de 200 m de desnivel, pero a cambio el camino es más sencillo.

Otra opción es no acercarnos a Juclar y continuar por el viejo trazado del GRP, hasta el siguiente refugio, Cabana Sorda.

En cualquier caso, si decidimos pasar la noche en Juclar, nos encontraremos con un espectacular circo glaciar ocupado por el mayor lago de Andorra y rodeado de agrestes cumbres, muy diferentes a las de etapas anteriores.

Refugio de Juclar

Además el refugio, guardado desde el verano de 2009, tiene unas instalaciones envidiables, nuevas, limpias y hoy por hoy, no es muy frecuentado, lo que hace de el, un lugar estupendo para dar por finalizada la etapa.

 

JORNADA 4ª: REFUGIO DE JUCLAR - REFUGIO COMS DE JAN

Horario: Unas 6 horas y media.

Desnivel: Alrededor de 700  m acumulados, tanto de subidas como de bajadas.

Dificultad: Facil. Si optamos por cruzar la Collada del Clot Sord, encontraremos senderos poco transitados y sin marcar, lo que nos obligará a prestar atención al terreno y a ser cuidados en la navegación, sobre todo en caso de niebla.

 

Al igual que en la etapa anterior, aquí nos encontramos con un tramo de sendero recientemente señalizado como GRP, por lo que no nos hará falta descender hasta el valle de Incles para retomar nuestro camino, aunque es otra opción a tener en cuenta si nos apetece conocer el barranco que forma el río Juclar.

Si decidimos seguir el “nuevo” sendero, tendremos que retroceder por el camino que recorrimos el día anterior, hasta el primero de los rellanos que hay bajo el estany, donde encontraremos unas ruinas.

Barranco de Juclar

En ese punto, debemos abandonar el amplio camino y seguir las marcas del GRP y del HRP, que giran hacia la derecha (noroeste), para subir hasta un colladito, previo paso de una pequeña pedrera. Bajamos la vertiente opuesta del collado hasta una vaguada o circo de reducidas dimensiones ocupado por altas hierbas.

Atravesando una vaguadita tras otra, a gran altura sobre el valle de Incles

Volvemos a subir un nuevo collado y encaramos una otra bajada, mientras disfrutamos de las vistas del llano de Siscaró, al sur y al otro lado del valle. Estamos atravesando toda la ladera sur del Alt del Juclar, paralelos al camino que recorre la garganta, pero a gran altura. 

Llano de Siscaró, al otro lado del valle

Finalmente, nos alzamos sobre un hombro que nos permite cambiar a la vertiente noroeste de la montaña, tras lo cual afrontamos un empinado descenso por buen sendero que nos deposita en los bucólicos prados del río Manegor.

En este punto, a la altura de un puentecito de madera que nos ayuda a salvar las aguas del río, nos unimos al antiguo trazado del GRP.

Tras cruzar el puente, el camino gira radicalmente y toma dirección suroeste. Atención a no tomar alguno de los otros senderos que parten de este mismo punto, principalmente uno que con la misma dirección que el nuestro va más abajo.

Poco a poco ganamos altura mientras bordeamos la amplia loma en la que nos encontramos, hasta llegar a intuir el profundo circo en el que se encuentra el estany y el refugio de Cabana Sorda.

El camino nos introduce poco a poco en este circo, hasta encontrarnos con el refugio, en buen estado y bien cuidado, pero sin agua en los alrededores (la fuente estaba seca en el momento de realizar esta travesía), a excepción claro está, de la del riachuelo que desagua del lago. Hasta aquí habremos tardado unas tres horas y media desde el inicio.

Refugio de Cabana Sorda

El estany está unos metros por encima del refugio, y para continuar con la ruta debemos llegar hasta el y pasar por encima del muro que lo cierra.

Estany de Cabana Sorda

Nada más pasar dicho muro ascendemos por la ladera que tenemos enfrente, con fuerte pendiente y sorteando los pequeños resaltes rocosos que la jalonan. El sendero toma dirección sur, hasta cruzar una arista herbosa.

Desde aquí, el GRP sube hasta las Pales de les Basses de les Salamandres y continúa posteriormente hasta un pequeño collado situado más al norte, en la cota 2650 m, para luego girar al oeste hasta llegar al Refugio de Coms de Jan.

Sin embargo existe otra opción, a tener en cuenta en caso de fuerte viento, como fue nuestro caso al hacer la travesía, o si encontramos malas condiciones meteorológicas. Este recorrido alternativo tiene la ventaja de cruzar el cordal que nos separa del refugio por un paso bastante más bajo, La Collada del Clot Sord, a 2.458 m, y de visitar varios laguitos que de otra forma no se conocerían. Por otro lado, implica dar un mayor rodeo hasta el refugio y tener que caminar por zonas menos transitadas y con senderos casi perdidos en algunos tramos y sin señalización alguna, por lo que tendremos que aguzar nuestro sentido de la orientación.

Si optamos por esta variante, desde la arista que mencionábamos anteriormente  tendremos que abandonar las marcas del GRP, para bajar por terreno fácil y surcado por varios senderillos en dirección suroeste, hacía dos pequeños laguitos que se ven más abajo, Les Basses de les Salamandres.

Bajando hacia les Basses de les Salamandres

Pasamos junto a los dos lagos, hasta asomarnos a un zócalo herboso, desde el que vemos, aún más abajo y siguiendo la misma dirección que traíamos, un lago de mayores dimensiones que los anteriores, el Estanyó de Querol. Comenzamos a bajar hacia el, aunque no es necesario llegar hasta su orilla, pudiendo aprovechar un sendero que lo bordea por el norte, unos 70 metros por encima, y que nos lleva directamente al  hombro que cierra por el este el pequeño circo colgado por encima del lago, el Clot Sord.

Una mirada atrás: A lo lejos el barranco de Juclar

Desde dicho circo nuestro objetivo es claro; justo en la cabecera del mismo, la Collada del Clot Sord. Para llegar hasta ella, después de un tramo más llano, debemos afrontar una inclinada pero corta pendiente de hierba en la que no existe sendero.

Desde el collado debemos iniciar el largo descenso, en dirección noroeste, buscando siempre el terreno más favorable, y aprovechando los prados inclinados que nos facilitan la bajada. El sendero se pierde fácilmente, pero si tenemos buena visibilidad pronto veremos el refugio a lo lejos, en la cabecera del valle de Ransol, lo que nos facilitará la orientación.

En cualquier caso,  y bajemos por donde bajemos, debemos tomar como referencia un extenso prado, muy llano y que se extiende bajo el circo oeste de les Pales de les Basses de les Salamandres.

El sendero está muy difuminado, pero si, desde el prado, caminamos siguiendo aproximadamente la curva de nivel de 2.200 metros, justo por encima del punto donde la ladera del valle adquiere más inclinación, encontraremos rastros de el , e  iremos poco a poco acercándonos al refugio, situado unos 250 metros por encima del final de la carretera que recorre todo el valle y que llevamos viendo desde hace rato.

Desde las cercanías del refugio: La collada del Clot Sord y los diferentes prados que hemos ido enlazando.

El refugio, donde damos por finalizada la etapa, consta de dos habitaciones, es austero, más pequeño que los que hemos visto con anterioridad, pero está en buenas condiciones y tiene fuente y chimenea.

Desde su puerta podremos disfrutar de unas vistas espectaculares del valle de Ransol, de nuestras conocidas montañas que rodean el circo de Pessons (mucho más lejos y hacia el sur), y de las paredes que cierran por el sur el valle que tendremos que ascender a la mañana siguiente.

Valle de Ransol desde el refugio

 

JORNADA 5ª: REFUGIO DE COMS DE JAN – LLORTS

Horario: Unas 6 horas.

Desnivel: Unos 600 m de subida y 1.300 de bajada.

Dificultad: Facil. Caminos bien marcados y sin dificultad. Hay que cruzar un collado muy alto (2.738 m) . Ojo con la meteorología.

 

Nos ponemos en marcha abandonando el refugio por el Oeste, en ligera bajada al principio y posteriormente ascendiendo por la ladera sur del Bony de la Pleta de Jan.

Refugio de Coms de Jan, al fondo, el valle del Riu dels Meners

Poco a poco nos introducimos en el valle del Riu dels Meners, ascendiendo por sucesivos rellanos de hierba, hasta llegar a un collado previo al Estany de Ransol.

Ascendiendo por el valle, un prado tras otro.

Al fondo del Valle, el Pic de la Serrera

Una mirada atrás.

Las señales del GRP bordean el estany por la derecha (norte), sin embargo, esto obliga a cruzar por una serie de llambrías esquistosas muy inclinadas, que en caso de encontrarse mojadas pueden llegar a ser peligrosas. En este caso, puede ser mejor perder altura hasta la orilla del lago y volver a remontar (apenas unos metros) en dirección oeste, hasta encontrar de nuevo las señales.

Estany de Ransol

En cualquier caso, vayamos por donde vayamos, debemos bordear las paredes que defienden el collado dels Meners por el este y buscar una vaguada que se abre por su lado sur.

Desde esta vaguada el camino gana altura decididamente, hasta un hombro, previo al collado, desde el que podemos ver el Estany dels Meners, justo debajo del Pic de la Serrera.

Estany dels Meners

Pic de la Serrera

Desde el rellano subimos directamente hacia el oeste, encontrándonos con los restos de la antigua mina, posiblemente de hierro, y de la que queda en pié y en un estado aprovechable en caso de mal tiempo, un pequeño refugio, semioculto en la pendiente.

Subimos los últimos metros hasta llegar a la pequeña brecha, a 2.724 m que da acceso al valle de la Serrera. Hasta aquí habremos tardado de dos a dos horas y media desde el inicio.

Vistas hacia el este desde la brecha: El valle que acabamos de remontar, y al fondo el de Ransol

Valle de la Serrera y cumbres occidentales de Andorra desde el Collado

Comenzamos la bajada por un amplio camino magníficamente trazado que salva con varios zig-zag la pendiente, y pronto nos situamos en el fondo del valle, cubierto de prados que debemos recorrer. Las vistas hacia el Pico del Estanyó, al sur, son estupendas.

Pico del Estanyo

El sendero nos lleva a cruzar el cauce del arroyo que recorre todo el valle, poco antes de avistar la cabaña de la Serrera, a la que no debemos llegar, puesto que nuestro camino gira al norte hacia un estrecho paso que nos facilita el acceso al valle de Sorteny, del que el de la Serrera es afluente.

Cruzando el arroyo de la Serrera

El camino pierde el desnivel por un estupendo camino  en zig-zag, hasta llegar al fondo del valle. Cruza el río por un puente y continúa el descenso por la margen derecha, llevándonos hasta el refugio de la borda de Sorteny, de enormes dimensiones.

Valle de Sorteny

Borda de Sorteny

Dejamos atrás el refugio y continuamos valle abajo,  para en pocos minutos alcanzar una pista de tierra que debemos seguir. Poco después de pasar por un jardín botánico con vegetación típica de montaña, la pista traza una curva a la izquierda, la primera de cuatro curvas que permiten salvar el desnivel existente respecto el fondo del valle.

Unos 100 metros después de la última curva un sendero sale a la izquierda de la pista. Tomamos este sendero que por un bosque cada vez más espeso y húmedo nos lleva a cruzar dos puentes, para finalmente, y tras pasar por delante de varias edificaciones, alcanzar la carretera que lleva hasta la estación de esquí de Arcalís.

Tomamos la carretera hacía abajo, y tras trazar una cerrada curva, y caminar menos de 500 metros por el asfalto llegamos a la población de El Serrat, buen lugar para avituallarnos. Hasta aquí habremos tardado de cuatro horas y media a cinco, desde el inicio.

El pueblo termina poco antes de una curva muy cerrada de la carretera. No debemos llegar hasta ella, en su lugar cogemos una calle que, a mano izquierda, nos llevará hasta una ermita, y unos metros más abajo, nuevamente a la carretera.

Cruzamos el asfalto y continuamos por una pista que nos lleva a un puente sobre el Rio de Tristaina, que cruzamos, para inmediatamente coger un camino a mano izquierda, que entre espeso arbolado unas veces y prados y campos de labor otras, nos llevará hasta unas casas; la parte alta de Les Salines.

Bajamos a la parte baja de la población para tomar una pista asfaltada que recorre en paralelo el río Valira del Nord,  hasta que nos encontramos con la carretera a la altura de un bar-restaurante.

Retrocedemos una decena de metros por la carretera y la cruzamos. Al otro lado, junto a un aparcamiento, se encuentra el Pont de las Minas, que salva el río Valira. Cruzamos el puente y seguimos un amplio camino, marcado como “ruta del ferro”, aguas abajo. En unos 500 metros encontramos otro puente, que volvemos a cruzar para, tras varios metros de subida, llegar a la población de Llors.

Llors

Si bien existen varios alojamientos en esta población, conviene informarse con antelación sobre su disponibilidad, porque en verano pueden estar cerrados.

Un final alternativo de la etapa puede ser El Serrat, con lo que la etapa de hoy se reduciría en una hora, que se haría al día siguiente.

 

JORNADA 6ª: LLORTS – REFUGIO PLA DE L`ESTANY

Horario: Unas 7 horas.

Desnivel: Más de 1.200 m de subida y 600 de bajada.

Dificultad: Media. Senderos marcados, salvo la subida a la collada de Montmantell, por pedrera inestable y bastante inclinada, sin trazas de sendero.

 

Desde la iglesia de Llorts, ubicada junto a una fuente subimos por una inclinada calle y salimos del pueblo, remontando por su margen izquierda (derecha según el sentido de nuestra marcha) el rio Angonella, que queda encajonado bastante más abajo de nosotros.

Toda la subida, muy mantenida, es por bosque, hasta llegar a un rellano sobre los 2.000 m, momento en el que los pinos comienzan a clarear.

 

A nuestra espalda, el Pico de L`Estanyo (izquierda), y el Casamanya (derecha)

El camino gira levemente a la derecha para flanquear por ese lado las paredes que cierran el fondo del rellano. Apenas superado este escalón, el valle se abre en un amplio circo glaciar. El refugio de Angonella, hasta el que habremos tardado en llegar de dos horas y media a tres, se sitúa a la derecha del camino.

El grupo expedicionario antes de llegar al refugio de Angonella

Desde el refugio el GRP gira hacia el sur, para alzarse sobre un collado en la cota 2.590, y desde allí alcanzar el Pic del Clot del Cavall, para una vez allí descender y realizar un largo flanquéo hasta el Pla de L`estany.

Sin embargo nosotros preferimos visitar los estanys de Angonella, para lo cual abandonamos las señales del GRP y nos dirigimos directamente hacia el oeste, por el fondo del circo.

Segundo estany de Angonella

Dejamos un primer lago a nuestra izquierda, y los dos superiores a nuestra derecha, hasta situarnos al pié de la cadena fronteriza. Continuamos por el fondo del circo, girando poco a poco en dirección suroeste, buscando ganar altura por el mejor terreno hasta situarnos directamente bajo la Collada de Montmantell.

Tercer estany de Angonella (el superior)

El sendero, cada vez se ha ido haciendo más borroso, hasta desaparecer por completo bajo la collada, por lo que tendremos que subir directamente por la incomoda pedrera, buscando las zonas más estables.

En su parte baja parece más cómoda la zona derecha, sin embargo, debemos tender a cruzar hacia la izquierda, dado que en su parte superior tiene menor inclinación y nos evitará coger demasiada altura, que después deberíamos perder para llegar al punto más bajo del amplio collado.

Parte final de la subida a la Collada de Montmantell

En cualquier caso, y después del esfuerzo alcanzaremos la loma, desde la que tendremos unas vistas espectaculares de la mole del Comapedrosa, justo al suroeste de nuestra posición, y al otro lado del valle. Junto a el, el Pic de Baiau y el Pic de la Roca Entravessada.

Comapedrosa desde la Collada de Montmantell

Lago de Angonella desde la misma collada.

Una vez repuestos del esfuerzo debemos buscar el extremo este del collado, justo antes de que el cordal comience a ascender en dirección al Pic de les Fonts. En este punto restos de sendero nos ayudan a perder altura, internándonos en el circo de Montmantell, formado por una sucesión de rellanos herbosos.

En el segundo rellano debemos tender a continuar la bajada por la derecha, en dirección a una pedrera al otro lado de la cual existe una pequeña cabaña. No hay que llegar a la cabaña, sino perder altura junto a la pedrera, para pasar bajo la misma y encontrar un sendero, cada vez mejor marcado, que nos guiará en un flanqueo descendente hasta un pequeño hombro en el que cambiamos de dirección, hacia la izquierda, alcanzando definitivamente el fondo del valle.

Desde aquí seguimos el riachuelo, que se encajona en cierto punto y salva, por cómodo sendero, el último resalte antes de llegar al fondo del sombrío circo que se yergue sobre el Pla de L`estany.

Aquí encontramos las marcas del GR 11.1, que nos acompañarán en los últimos metros de descenso hasta llegar al refugio del Pla de L`estany, algo por encima del lago colmatado que da nombre al lugar.

Refugio de Pla de L`estany

El refugio, libre, de 6 plazas en literas, está en la línea de los que ya hemos visitado.

 

JORNADA 7ª: REFUGIO PLA DE L`ESTANY – COMAPEDROSA – REFUGIO COMAPEDROSA

Horario: Unas 7 horas.

Desnivel: Algo más de 1.200 m de subida y1.00 m de bajada acumulados.

Dificultad: Fácil-media. La mayor dificultad reside en el desnivel a salvar. Senderos bien marcados. La subida a la cumbre es por una pedrera muy inclinada, pero no demasiado incómoda y con buena traza por el paso de la gente

 

Salimos del refugio bajando hacia el llano que da nombre al mismo, abandonándolo por la derecha del pequeño cerro que lo cierra (por la izquierda viene el sendero “oficial” del GRP, del que nos separamos el día anterior). El sendero se convierte en un ancho camino y comienza a perder altura. El firme no es muy cómodo, debido a su estado, con mucha piedra suelta. Por eso, en algunos tramos las marcas de GRP lo abandonan por la izquierda, aprovechando los senderos existentes. En cualquier caso, sigamos los senderos, o el camino, llegaremos a un prado en cuya parte más baja se ubica la borda de Curuvilla.

Abandonamos el camino, que gira a la derecha, mientras que nosotros seguimos rectos por otro sendero que continúa por la parte baja de la borda. El sendero se convierte, de nuevo en camino y finalmente en pista de tierra, llegando a un depósito de agua, por encima de cual hay un cruce que debemos ignorar. A nuestra derecha, en el fondo del valle, discurre el río d`Areny, o de Arinsal.

Finalmente, sobre los 1.800 m de desnivel nuestra pista topa con la entrada a una finca privada y, evitándola, gira a la derecha, perdiendo altura decididamente. Trazamos dos cerradas curvas, y en la segunda, abandonamos la pista, que se dirige a la estación de esquí de Arinsal, para tomar un camino en dirección contraria y que nos acerca al fondo del valle.

En seguida cruzamos el riu d`Areny por un puente, y minutos mas tarde hacemos lo propio con el riu de Comapedrosa.

A partir de este punto el sendero es una sucesión de curvas y de rampas ascendentes, que nos hacen recuperar toda la altura que hemos perdido, siempre por la orilla orográfica derecha del río (izquierda según el sentido de la marcha), al principio gozando de un denso bosque de abetos, y después, cuando los árboles se hacen más escasos, de los saltos de agua y cascadas del propio río.

Ganando altura, antes de llegar al refugio.

Finalmente nos separamos del curso de agua y llegamos a un rellano, que cruzamos hacia nuestra derecha. Una nueva subida y por fin llegamos a un colladito desde el que vemos, frente a nosotros, el ancho y plano valle de la Coma Pedrosa.

El refugio queda a la izquierda y por encima de nuestras cabezas, sobre la loma que nos separa del Estany de les Truites. Nos acercamos hasta el mismo refugio, para dejar el peso que no necesitemos durante el resto de la jornada. Hasta aquí habremos tardado de 2 horas y media a 3 horas.  Una vez recuperadas las fuerzas reemprendemos nuestra ascensión al techo de Andorra; el Pic de Coma Pedrosa.

Desde el mismo refugio cogemos un sendero que a media ladera evita tener que perder altura hasta el fondo de la Coma. El sendero se acerca hasta el visible cucharón glaciar que cierra la coma.

Valle de Coma Pedrosa, con el refugio visible a la derecha. Al fondo el omnipresente Casamanya

Subimos hasta el fondo del pequeño circo, y descubrimos la continuación de la ruta, que permanecía oculta hasta ahora; el sendero gira a la derecha y gana altura por la ladera, hasta encontrar un pequeño valle colgado.

Seguimos el vallecito, que se vuelve más estrecho y pedregoso, hasta verse convertido en un auténtico caos de bloques, aunque el sendero hace fácil transitar por el. Finalmente llegamos al Estany negre, profundo y que hace honor a su nombre, situado en un salvaje entorno, rodeado de altas cumbres, entre las que destaca el Pico de Baiau, justo al fondo del circo y la mole del Comapedrosa, algo más a la derecha.

Estany Negre, y al fondo el puerto y el pico de Baiau. A la derecha, el comienzo de la pala de subida al Comapedrosa

Hay que decir que, unos metros antes de llegar a ver el estany podemos tomar un desvío, marcado con círculos amarillos, que nos llevará a la cima por su arista sur.

Sin embargo nosotros decidimos seguir bordeando el lago por su orilla izquierda (derecha según el sentido de la marcha), hasta sobrepasarlo. Seguimos ganando altura, siguiendo las marcas rojas y blancas en dirección al puerto de Baiau, al que no hay que llegar.

Cuando el sendero se sitúa bajo las pedreras que bajan de la cumbre del Comapedrosa abandonamos las señales de GR y giramos a la derecha, encarando directamente la ladera del pico.

La subida es inclinada pero cómoda, debido al paso de la gente que ha marcado sendero hasta el colladito que hay inmediatamente debajo de la cumbre. Una vez allí tan solo nos queda girar a la izquierda y salvar la decena de metros que nos separan del punto más alto. Llegar aquí nos habrá llevado unas dos horas y media desde el refugio guardado.

¡Cumbre!

Desde la cumbre percibiremos que nos encontramos en una auténtica frontera natural; la que separa el Pallars y el Pirineo Central, al Oeste, del Pirineo mediterráneo al este.

Desde la cumbre, estany Negre y Pic de Sanfonts. Al fondo el Pallars

Hacia el Noroeste, en el alto cordal que separa España y Francia, destacan la Pica Roja y la Pica d`Estats, y más cerca y al oeste, una cumbre que llama poderosamente la atención, el Pic de vallpeguera.

A lo lejos, la Pica D`Estats, la Pica Roja, Pic d Lavans, etc...

Al oeste y de fondo, el Pirineo Central, en segundo plano, los Picos de Escorbes y Palomer. En primer plano, puerto de Baiau

En dirección contraria, todo el rosario de cumbres que llevamos días recorriendo, las que conforman el principado de Andorra, y más allá, las montañas de la Cerdaña.

Más vistas desde la cima; Arinsal y al fondo las cumbres que rodéan el valle de Madriu y el circo de Perafita

Más montañas hacia el sur...

Parte de la etapa que recorreremos al día siguiente

Descansando en la antecima. Al fondo, las cumbres de la Cerdanya

Para el descenso, recorreremos en sentido inverso el mismo camino que hicimos al subir, hasta regresar al refugio de Comapedrosa, lo que nos llevará unas dos horas desde la cumbre.

El refugio es guardado y bastante concurrido en fines de semana, por lo que conviene llamar con antelación para reservar.

 

JORNADA 8ª: REFUGIO DE COMAPEDROSA – SISPONY

Horario: Unas 5 horas.

Desnivel: Algo más de 400 m de subida y de 1.400 m de bajada acumulados.

Dificultad: Fácil. Pistas y senderos cómodos y bien marcados.

 

Mucha gente decide obviar esta última etapa de la vuelta a Andorra y bajar directamente a Arinsal desde el refugio de Comapedrosa, acortando de esta forma la travesía en un día. Sin embargo, si bien en esta etapa vamos a pasar por paisajes más humanizados, los atractivos que tiene son suficientes como para que, en caso de disponer de tiempo, afrontemos esta última jornada.

Y es que, aunque vamos a tener que pasar cerca de las instalaciones de un par de estaciones de esquí, caminar por un pequeño tramo de carretera, y por un no tan pequeño tramo de pista, vamos a poder disfrutar de la transición de la alta a la baja montaña, de los esquistos a la caliza, de la roca a los prados de altura y a los pinares del valle de Sispony. En fin, una etapa muy variada.

Salimos del refugio de Comapedrosa, en dirección suroeste, siguiendo la loma que separa el valle de la Coma Pedrosa, del pequeño vallecito secundario que alberga al Estany de les Truites.

La subida es suave, y nos introduce en un abierto circo montañoso, bajo las laderas del Port Vell. El sendero solo gana inclinación cuando iniciamos la última subida a dicho puerto, pero, gracias a un par de lazadas, la subida se solventa sin mayor complicación.

El Coma Pedrosa a nuestra espalda mientras subimos hacia el Port Vell

Desde el amplio collado el paisaje cambia radicalmente; inclinadas e interminables laderas de hierba son la tónica del nuevo valle que contemplamos.

Desde el collado iniciamos un flanqueo por las laderas meridionales del Pic del Port Vell, que en suave descenso nos llevará hasta el Port Negre de Pallars, desde donde nos asomamos al valle de Comallempla, ocupado por las feas instalaciones de la estación de esquí de Arinsal.

Tramo entre el Port Vell y el Port Negre

Desde el extremo sur del collado tomamos un inclinado e incómodo sendero que pierde altura hacía el este, en dirección a una pista de tierra que vemos algo más abajo. Por suerte la bajada es corta y pronto llegamos a la pista, que remontamos hacia el sur (derecha), para en un par de minutos alcanzar un nuevo collado, El Port Negre, desde el que tenemos nuevas panorámicas; las del valle de Setúria, que se abre hacia el sur.

Hay que señalar, como curiosidad, que el curso alto de este valle pertenece a Andorra, mientras que aguas abajo de la Borda de L`Orri se convierte en Español, para, una vez sobrepasada la población de Os de Civis, volver a entrar en territorio andorrano.

Cuestiones fronterizas a un lado, el valle tallado profundamente, es de una belleza incuestionable, sobre todo si lo comparamos con la estación de esquí que tenemos a nuestra espalda y que vamos a perder de vista en breves instantes.

En el collado tenemos dos opciones; la primera, que viene recogida en la cartografía, incluida la del propio gobierno de Andorra, asciende hacia el Alt de la Capa, para luego remontar su arista sur, hacia el Coll de la Botella.

Sin embargo, sobre el terreno, las marcas de GRP toman una dirección diferente. Si optamos por seguir las marcas, bajaremos por la vaguada que se abre a nuestros pies, trazando amplios zig-zag, en dirección a la carretera que vemos más abajo.

No tenemos que llegar a dicha carretera; una vez hayamos perdido unos 200 m de desnivel, el sendero comienza a derivar hacia nuestra izquierda, bajo las laderas del Alt de la Capa.

Pasamos por encima de unas pequeñas paredes rocosas (prácticamente las únicas rocas existentes en este mar de hierba), y finalmente llegamos a un rellano en el que termina la arista sur del Alt de la Capa.

En este rellano, ocupado por una torre de alta tensión, el sendero gira bruscamente a la izquierda (este), para entrar en una zona más abrupta, en la que el sendero pierde altura poco a poco salvando, por su parte superior, una zona de pequeños cortados. La carretera cada vez está más cerca, hasta que finalmente llegamos a ella, a la altura de un pequeño collado en el que hay una curiosa escultura metálica. Hacia el oeste las vistas hacia el Bosc de la Roca y el valle de Pal son espectaculares.

 A punto de llegar a la carretera

Alt de la Capa desde la carretera

Bosc de la Roca

Seguimos en dirección sur, por la carretera,  que va prácticamente en horizontal por lo alto de la loma, pasando por varios colladitos, hasta alcanzar el Coll de la Botella, donde encontramos unas instalaciones de esquí, y donde el cordal vuelve a ganar altura en dirección al Planell de la Tosa.

Nuestro sendero, sin embargo, tras una corta pero inclinada cuesta, enseguida comienza a bordear esta montaña por su ladera oriental, siempre por un espeso pinar, hasta llegar a cruzar dos remontes de la estación de esquí de Pal.

Inmediatamente después de sobrepasar los remontes alcanzamos la loma que, hacia el este, baja desde la cumbre del Alt del Covil. Atención a este punto, porque en verano, la estación de esquí prepara un circuito para la práctica de la bicicleta de descenso. Hay que ser cautos al cruzar dicho circuito para no ser arrollados.

Nada más sobrepasar la loma tendremos a nuestros pies el último valle que vamos a recorrer antes de dar por finalizada nuestra travesía en Sispony. Pero no hay que adelantar acontecimientos; antes de quitarnos las botas, aún nos quedan varias horas de caminata.

Pasada la loma, el sendero gira hacia la derecha  (oeste), para flanquear el Alt del Covil, y poco a poco ir acercándose al collado de Montaner.

Desde el collado, al que habremos tardado en llegar algo más de tres horas, podemos ver, al oeste y en el fondo del valle, el núcleo de población de Os de Civis. Cuando hayamos disfrutado de las vistas iniciaremos el descenso a sispony.

Valle de Sispony

En el fondo del valle, Os de Civis

Desde el mismo collado tomamos el marcado camino que se interna en el bosque en dirección este, perdiendo altura por la margen izquierda del valle.

Hay que hacer notar que, en el momento que se hizo esta travesía, la señalización del GRP se había eliminado de este valle. Desconocemos si la razón es un cambio de trazado en la ruta “oficial”. En cualquier caso, podemos seguir las marcas amarillas de un sendero de pequeño recorrido que nos guían valle abajo.

Después de perder casi 200 metros de desnivel, el sendero  gira hacia el fondo del valle y cruza el cauce del arroyo. A partir de este punto el camino es aún más ancho, aunque con el firme destrozado, lo que hace que se vean numerosos atajos y caminos alternativos.

Finalmente llegaremos a una pista de tierra. La tomamos y continuamos el descenso, para después de unos 200 metros cruzar nuevamente el río por un puente. Continuamos por la polvorienta pista hasta llegar a las primeras bordas del Cortals de Sispony. El bosque se ha visto sustituido por amplios prados que ocupan el ancho fondo del valle. Continuamos por la pista hasta llegar a un segundo grupo de bordas, las bordas de Fenerols. Después de sobrepasarlas la pista de tierra se convierte en asfalto, poco antes de llegar a Sispony, población en la que daremos por finalizada la travesía.

Cortals de Sispony

Para regresar a Escaldes podemos coger el autobús interurbano, que tiene parada algo más debajo de la plaza donde se ubica la iglesia parroquial.

Fin de la travesía... Y a reponer fuerzas a Caldea

Texto: Hermano Mero.

Fotos: Hermano Mero

Croquis y track (wikiloc)

 

Nota importante: La descripción de esta ruta procura dar la información lo más precisa posible, pero siempre basada en la experiencia del autor, por lo que sus apreciaciones pueden ser subjetivas. Esta descripción y los croquis que contiene no pueden sustituir a un mapa de la zona. Es recomendable buscar otras fuentes de información, como libros y guías de montaña especializados, para hacernos una idea lo más aproximada posible de la ruta y decidir si está dentro de nuestras posibilidades o no. Es imprescindible tener la experiencia, el conocimiento, la formación y el material adecuado para realizar esta actividad. Valora tu forma física y tus conocimientos sobre como moverse en montaña, informate sobre la climatología y actúa con prudencia, no excediendo tus capacidades. Aún así el montañismo es una actividad que conlleva un riesgo intrínseco, por lo que, si decides realizar esta ruta, ten en cuenta que cada uno es responsable de las elecciones que toma, de si mismo y de su seguridad. Es exclusiva responsabilidad de quien pudiese utilizar esta información los posibles percances que pudiera sufrir como consecuencia del desarrollo de una actividad basada en el uso de esta descripción de una ruta de montaña.

ASCENSIÓN AL CAMPBIEL

El Pico Campbiel se encuentra en pleno Parc National Des Pyrénées Occidentales, en la vecina Francia, justo al norte de la estación de esquí alpino de Piau Engaly.

Esta montaña, de 3.173 m de altura, forma parte del macizo del Neouvielle, el cual podría dividirse en dos grandes grupos de cumbres; al norte del Lago Cap de Long el propio Pico Neouvielle y sus satélites, y al sur el grupo del Pic Long, máxima altura de la zona y vecino de nuestro objetivo, el Campbiel.

Esta ruta puede combinarse con la vuelta al Neouvielle, también propuesta en este blog, ya que ambas comparten un tramo de ruta. Sin embargo, salvo que estemos muy en forma, o planeemos algún vivac intermedio, quizás sea mejor plantearla de forma independiente.

El acceso desde España al punto de inicio es por el túnel de Bielsa. Una vez en Francia la carretera nos bajará a la población de Aragnouet y Fabian. Desde esta última, un desvío nos conduce al Lago Cap de Long, donde existe un parking en el que dejar aparcado el coche.

Por último, y antes de comenzar con la descripción de la ruta, advertir que todas las indicaciones de dificultad, horario, etc… se refieren a condiciones estivales. La presencia de nieve incrementaría notablemente la dificultad. Hay que tener en cuenta que estamos ascendiendo a un tresmil. Eso significa que tendremos que afrontar bastante esfuerzo, que las condiciones climáticas se pueden poner en nuestra contra y que siempre encontraremos alguna dificultad: Ningún tresmil, aunque sea sencillo, sale gratis.

 

Horario: Alrededor de 8 horas, ida y vuelta.

Desnivel: 1.100 m aproximadamente.

Dificultad: Facil-Media. Todo tipo de terrenos; Caminos y senderos bien trazados, pero con algún punto aéreo en el que hay que tener cuidado, pedreras y en definitiva, terreno de alta montaña.

 

Dejamos el coche en el aparcamiento para turismos de Cap de Long, junto a varios bares y restaurantes de madera, para continuar por la ancha pista de tierra que recorre el lago por su margen orográfica derecha (izquierda según el sentido de nuestra marcha). Pasamos por un segundo aparcamiento, para autocaravanas, y al poco tiempo llegamos a un derrumbamiento que corta la pista. Avanzamos entre los enormes bloques hasta volver a encontrar la pista, que seguimos hasta su final.

Grupo del Neouvielle desde Cap de Long

En este punto debemos bajar varios metros siguiendo los hitos, hasta encontrar un sendero, bastante ancho, que continúa recorriendo la orilla del lago.

Cap de Long. Al fondo Turón, Tres Consejeros y Neouvielle

Como ya nos habremos percatado, el lago está completamente rodeado de altos farallones, por lo que, a los pocos minutos, el sendero comienza a ganar bastante altura, con la finalidad de superar dichos cortados por su parte superior.

Por suerte la subida es bastante cómoda, gracias a los bloques colocados a modo de escalones y a las amplias lazadas que traza el camino. Continuamos a una altura de unos 150 metros  por encima del agua, siempre por buen camino, aunque tendremos que tener cuidado, sobre todo si la roca está mojada, porque en algún punto un tropezón podría ser fatal.

Rodeando el Lac du Cap de Long

El camino nos lleva, ahora en ligero descenso, hasta un rellano con pinos, donde los mojones se bifurcan; los de la derecha nos llevarían hasta la orilla del lago, mientas que los de la izquierda, que son los que seguiremos, remontan todo el valle de Cap de Long.

El camino se interrumpe y nos lleva directamente a una pedrera que hay que atravesar, pero pronto veremos mojones cerca del lecho del arroyo. Bajamos hasta ellos y atravesamos el curso de agua, para seguir ascendiendo a su lado por sendero bien marcado.

 

Dejando atrás el lac Capd de Long

El arroyo se introduce en un circo de paredes con apariencia de infranqueables, por lo que el sendero lo abandona y comienza a trepar por una loma a la derecha del barranco por el que cae el agua. La inclinación es cada vez más acusada, y el sendero sube casi por la línea de máxima pendiente, sin apenas hacer ningun zig-zag y sin darnos ninguna tregua.

Primer resalte, y sobre el, la cumbre del Campbiel

 

En el tramo más inclinado, con el corazón del macizo del Neouvielle a la espalda.

Por suerte la subida no es demasiado larga y pronto el sendero se vuelve más horizontal, hace un corto flanquéo y pasando por detrás de unas rocas nos conduce hasta el otro lado de la loma.

Por terreno bastante más cómodo llegamos a una cubeta colmatada, ocupada por una zona de empradizados y charcas. Bordeamos esta zona por la izquierda hasta una especie de collado poco marcado y encaramos un nuevo resalte, de apariencia más pedregosa, pero más cómodo de subir que el anterior.

A la izquierda, el Turón; dentro de un par de días estaremos sobre su cumbre.

Comineza el segundo resalte

El terreno cada vez es más seco y desolado, pareciendo casi lunar. Pronto nos encaramamos a una especie de barrera de roca blanquecina, que contrasta con el color más oscuro del terreno que nos rodéa.

 

Fin de las dificultades. Bienvenidos a la luna.

A pesar de los metros de desnivel que llevamos encima, la sonrisa no se pierde.

Desde aquí vemos, a nuestra derecha, el Pic Long y el glaciar relicto del Pays Baché. A nuestra izquierda, la tremenda e inclinada pedrera que llega hasta la misma cumbre del Campbiel, más de trescientos metros por encima de nuestras cabezas.

Pedrera directa a la cumbre. Por aquí bajaremos luego.

Aunque vemos un sendero que asciende por dicha pedrera, y a pesar de ser el camino más directo a la cumbre, preferimos no tomarlo porque de subida puede ser muy monótono y agotador. Dicho sendero es mejor elección para la bajada. En su lugar rodeamos por la izquierda el hoyo que se abre al sur, para ir a ganar en suave subida el amplio collado que cierra el valle.

Antes de llegar al collado sobrepasamos un lago, cuyas aguas no son capaces de disipar la sensación de desolación que produce este lugar. Por fin llegamos a la Hourquette de Cap de Long y comenzamos a subir, por fin, las últimas laderas del pico.

  

Llegando al collado

Aunque la pendiente es fuerte, avanzamos por un sendero inteligentemente trazado, que en sucesivos zig-zag nos hace ganar metros con un esfuerzo moderado.

Pasamos por una zona con varios resaltes de roca, que se superan sin problemas gracias al sendero y a las terrazas y gradas que se van descubriendo según avanzamos.

Las vistas hacia la cadena axial del Pirineo son magníficas, y a pesar del abismo que tenemos a escasos metros de nosotros, la subida no es en absoluto aérea.

Pasado el tramo rocoso, en el que apenas tendremos que hacer uso de las manos, la loma pierde inclinación y bordea una primera cota de 3.157 m. Se trata del Pico de la Lentilla, una cumbre secundaria del Campbiel.

Llegamos a un colladito que separa ambas cumbres, desde el que podemos retroceder para subir al Pico de la Lentilla. Este desvío apenas nos llevará varios minutos y merece la pena por las vistas que obtenemos de nuestro objetivo principal, cuya cumbre, desde aquí tiene una apariencia afilada y elegante.

  

Campbiel el Pico de la Lentilla. Su rostro más aspero.

  

En el Pico de la Lentilla y el Campbiel al alcance de la mano

Volvemos al collado, ascendemos una nueva cota apenas marcada y llegamos a un segundo colladito. A partir de aquí la cresta se estrecha un poco y nos puede obligar a usar las manos para guardar el equilibrio en algún momento, pero sin ofrecer ninguna resistencia digna de mención, por lo que en un par de minutos estaremos en la cumbre.

  

Ultimos metros para la cumbre

Desde aquí, si el tiempo lo permite tendremos unas vistas parecidas a las que hemos tenido durante toda la subida; al sur la zona del Pirineo axial, y llamando poderosamente la atención, el glaciar de Monte perdido y su cumbre, el Cilindro y la zona de Gavarnie, con la brecha de Rolando destacando del paisaje. Mas al Oeste también destaca el glaciar del Vignemale, y mucho mas cercanos, el Pic Long, y todo el ramillete de cumbres del Neouvielle.

  

En la cumbre. Uno para todos....

Macizo del Neouvielle desde el Campbiel

Pic Long y el exangüe glaciar de Pays Baché

Misma vista tirando de zoom

A nuestros pies Piau Engaly

Por detras del Pico de la Lentilla, asoman caras conocidas; Taillón, Punta Bazillac, Brecha de Rolando, Casco, Marboré...

Y más vistas.... Borrachera de cumbres.

Para el descenso podemos elegir desandar la misma ruta que hicimos al subir, o bien retroceder hasta el colladito anterior a la cumbre y desde allí tomar el sendero que desciende por la pedrera noroeste del pico y que pudimos observar desde la hoya anterior a la Hourquette de Cap de Long.

Como ya dijimos, este descenso es más directo y a pesar de su inclinación resulta cómodo descender entre las piedras finas por las que nos deslizamos y que nos llevan rápidamente a la franja de rocas blanquecinas por la que pasamos al subir.

Desde este punto la vuelta coincide exactamente con el itinerario de subida.

De regreso... Y que largo se hace.

 

Texto: Hermano Mero

Fotos: Hermano Mero, JM, Elisa.

Croquis y track (wikiloc). Autor del Track: Maderos

 

Nota importante: La descripción de esta ruta procura dar la información lo más precisa posible, pero siempre basada en la experiencia del autor, por lo que sus apreciaciones pueden ser subjetivas. Esta descripción y los croquis que contiene no pueden sustituir a un mapa de la zona. Es recomendable buscar otras fuentes de información, como libros y guías de montaña especializados, para hacernos una idea lo más aproximada posible de la ruta y decidir si está dentro de nuestras posibilidades o no. Es imprescindible tener la experiencia, el conocimiento, la formación y el material adecuado para realizar esta actividad. Valora tu forma física y tus conocimientos sobre como moverse en montaña, informate sobre la climatología y actúa con prudencia, no excediendo tus capacidades. Aún así el montañismo es una actividad que conlleva un riesgo intrínseco, por lo que, si decides realizar esta ruta, ten en cuenta que cada uno es responsable de las elecciones que toma, de si mismo y de su seguridad. Es exclusiva responsabilidad de quien pudiese utilizar esta información los posibles percances que pudiera sufrir como consecuencia del desarrollo de una actividad basada en el uso de esta descripción de una ruta de montaña

TOUR ALREDEDOR DEL NEOUVIELLE CON ASCENSIÓN AL TURÓN

El macizo pirenaico del Neouvielle, cuyo nombre, por cierto, proviene del Occitano y significa “Nieve Vieja”, es uno de los más populares entre nuestros vecinos franceses, quizás debido a sus valores naturales, que le han hecho merecedor de ser protegido bajo las figuras de Parque Nacional, en su parte más occidental y Reserva Natural en la oriental, quizás por sus valores paisajísticos, a los que no son ajenos la cantidad de lagos y altas cumbres que lo conforman, o quizás por ser el macizo pirenaico de mayor altura, en territorio totalmente francés.

Efectivamente,  todos los macizos del Pirineo con cumbres superiores a los 3000 metros de altura, o se encuentran en territorio español, o se encuentran en la cadena fronteriza. Por ello, no es casual que el primer tresmil de la cordillera cuya ascensión se encuentra documentada, fuera una montaña de este macizo; El Turón de Neouvielle.

Atardecer de tormenta

Posiblemente su proximidad y relativa sencillez fue la que llevó un 15 de agosto de 1787,  a los cartógrafos franceses, Henri Reboul y Jean Vidal, junto al guía Simón Guicharnaud a realizar esta ascensión en su búsqueda de las cumbres más altas de la cordillera.

Dicho todo esto, podéis imaginar que los aparcamientos y zonas más accesibles serán un bullir continuo de turistas, senderistas, montañeros y despistados que pasaban por allí. Pero no nos dejemos engañar; el macizo del Neouvielle encierra un terreno de alta montaña, exigente y duro y no debemos despreciarlo.

De hecho, la ruta que se describe en este artículo pasa por valles de difícil acceso donde cualquier imprevisto puede convertirse en un problema serio, altos collados que exigen estar habituados a caminar entre pedreras y pasos que si bien no son difíciles, si pueden ser expuestos en algún momento. Con esto no quiero meter miedo ni desanimar a nadie a visitar la zona, sino invitar a que se midan bien las fuerzas de cada uno y a que no se actúe de forma irreflexiva.

Si planeamos bien la ruta y sabemos con que nos vamos a encontrar, este puede ser uno de los rincones más agrestes y bonitos del Pirineo, y la ruta que aquí se escribe, de cuatro días de duración (el último de ellos muy corto), una buena forma de conocerlo.

Desde España, el mejor acceso posible es por el túnel de Bielsa. Una vez en Francia la carretera nos bajará a la población de Aragnouet y Fabian. Desde esta última, un desvío nos conduce al Lago Cap de Long, donde existe un parking en el que dejar aparcado el coche.

Otra opción es, dejar el coche en el parking del lago Oredón, al que se llega tomando un desvío unos 4 km antes de llegar a Cap de Long. Sin embargo este aparcamiento está regulado y es de pago. La única ventaja de dejar aquí el coche es que podemos hacer la ruta en un día menos, alargando la primera jornada, ya larga de por si, en aproximadamente una hora y media.

Por último, y antes de comenzar con la descripción de la ruta, advertir que todas las indicaciones de dificultad, horario, etc… se refieren a condiciones estivales. La presencia de nieve incrementaría notablemente la dificultad.

Reflejos del Neouvielle en Cap de Long

 

JORNADA 1ª: CAP DE LONG – REFUGIO DE LA GLÈRE

Horario: Alrededor de 8 horas.

Desnivel: Continuas subidas y bajadas que suman un desnivel acumulado positivo de unos 1.200 m de subida y algo más de 1.000 m negativos.

Dificultad: Media. Todo tipo de terrenos; Caminos y senderos bien trazados, pero con algún punto aéreo en el que hay que tener cuidado, pedreras y en definitiva, terreno de alta montaña. Algunas zonas de difícil salida en caso de tener problema.

 

Una vez preparadas las mochilas, dejamos el coche en el aparcamiento para turismos de Cap de Long, junto a varios bares y restaurantes de madera, para continuar por la ancha pista de tierra que recorre el lago por su margen orográfica derecha (izquierda según el sentido de nuestra marcha). Pasamos por un segundo aparcamiento, para autocaravanas, y al poco tiempo llegamos a un derrumbamiento que corta la pista. Avanzamos entre los enormes bloques hasta volver a encontrar la pista, que seguimos hasta su final.

Aparcamiento de Cap de Long

En este punto debemos bajar varios metros siguiendo los hitos, hasta encontrar un sendero, bastante ancho, que continúa recorriendo la orilla del lago.

Como ya nos habremos percatado, el lago está completamente rodeado de altos farallones, por lo que, a los pocos minutos, el sendero comienza a ganar bastante altura, con la finalidad de superar dichos cortados por su parte superior.

Por suerte la subida es bastante cómoda, gracias a los bloques colocados a modo de escalones y a los amplios zig-zag que traza el camino. Continuamos a una altura de unos 150 metros  por encima del agua, siempre por buen camino, aunque tendremos que tener cuidado, sobre todo si la roca está mojada, porque en algún punto un tropezón podría ser fatal.

 Bordeando el lago

El camino nos lleva, ahora en ligero descenso, hasta un rellano con pinos, donde los mojones se bifurcan; los de la izquierda nos llevarían a remontar todo el valle y al pico Campbiel, mientra que los de la derecha, bajan hasta prácticamente la orilla del lago.

Seguimos estos últimos y una vez en el llano, dirigimos nuestros pasos hacia el oeste, hacia la canal de acceso a la Hourquette de Bugarret. La canal, que hemos podido observar durante todo nuestro recorrido, es mucho más llevadera de lo que aparenta ser desde la distancia; una vez superado un tramo inicial de grandes bloques graníticos, un sendero, al principio difuso, pero después más claro, va ganando metros, mediante incontables zig-zag, siempre por el lado izquierdo de la canal, el más herboso, y evitando las zonas de pedrera.

 

En plena canal de acceso a la Hourquette de Bugarret

  Ya queda menos

Finalmente, tras casi 500 metros de ascenso, llegamos al collado, situado exactamente por debajo de espolón que el Turón de Neouvielle lanza hacia el sur.

El descenso se inicia por la derecha del collado, por un senderillo que va pegado a las paredes, y evita las pedreras que invaden la canal.

El descenso es sencillo pero trabajoso. Por suerte la canal no es muy larga, y en un punto determinado se abre y pierde inclinación. Nuestro sendero traza una nueva línea oblicua, ahora hacia la izquierda y cruza la pedrera. El terreno se va haciendo progresivamente más fácil hasta llegar a las orillas de un primer lago, el Lac de bugarret.

Lac de Bugarret

Bordeando el Lac de Bugarret

Una mirada atras: Lago y Hourquette de  Bugarret

Retomamos el sendero, que recorre la orilla izquierda, hasta topar con un segundo lago, el Lac de Couyela det Mey, cuya orilla sur está defendida por una pared rocosa de unos 80 metros de altura, lo que nos obligará a bordearla por arriba. El sendero, a la altura de una pequeña vaguada, comienza a ganar altura para bordear la pared. Hay que tener cuidado en algún punto, dado que el sendero se acerca mucho al borde del precipicio.

Finalmente llegamos a una especie de rellano herboso. El sendero que traíamos continua ganando altura, pero nosotros nos dejamos guiar por unos mojones que señalan la bajada; primero por otra pequeña vaguada herbosa, y luego por terreno incómodo y bastante inclinado.

Lago y Col du Rabiet

Finalmente llegamos a la cola del segundo lago, desde el que vemos un tercero, el Lac de Rabiet, cerca del cual se encuentra la cabaña del mismo nombre.

Al fondo, el Lac du Rabiet

No hay que bajar hasta allí, sino todo lo contrario, tomar el sendero que asciende, hacia el noroeste, hasta el Collado de Rabiet y el refugio Packe.

  

Camino hacia el col de Rabiet

Si nos hemos fijado durante el flanquéo del lago, habremos visto que este sendero atraviesa una franja de roca y asciende por laderas rodeadas de imponentes cortados, con un aspecto bastante desagradable… Nada más lejos de la realidad; el camino, a excepción de un paso en el que tenemos que superar un espoloncillo rocoso y para el que quizás tengamos que usar las manos,  tiene un estupendo trazado, de tal forma que nos ayuda a ganar altura poco a poco y de forma bastante cómoda.

Camino del Col du Rabiet

  

Hacia el refugio Packe, con el Pic Long al fondo


Durante toda la subida las vistas serán espectaculares, viendo como el valle de Barrada, en el que se asientan los tres lagos se ve cortado por una estrecha grieta que vierte las aguas directamente sobre el circo de Lis. Aquí es donde nos percatamos de lo solitario de este valle, cuyas únicas vías de acceso exigen cruzar altos collados.

Valle de Barrada

El Refugio Packe se encuentra unos metros por encima del Collado de Rabiet, y merece la pena llegar hasta el; desde su terraza las vistas son espectaculares, sobre todo hacia el Sur, donde el imponente Pic Long, preside toda la corte de montañas.

Refugio Packe

El refugio, del Club Alpino Frances, no es guardado, está en buen estado y tiene una capacidad de ocho plazas en literas. Consta de una mesita, bancos, una estufa, provisión de leña y una emisora de emergencias; es decir todo un lujo en estas alturas.

Desde el refugio, el Lac de Pourtet

Una vez hayamos descansado, debemos retomar la marcha, no bajando hacia el Lac de Pourtet, como parecería natural, sino ascendiendo unos metros hacia el noroeste, hasta alcanzar otro vallecito secundario por el que vamos a descender gracias a un cómodo sendero.

La mole del Pic Long, por detrás de un insignificante refugio Packe

El camino traza numerosas zetas, hasta alcanzar el fondo del valle principal, donde hay una pequeña represa y restos de edificaciones de las que tan solo quedan los cimientos.

Bajamos... Para volver a subir.

Cruzamos el riachuelo y llegamos a un cruce. El ramal de la izquierda continúa valle abajo, sin embargo nosotros debemos seguir el de la derecha, que asciende hasta trasponer la loma que baja del Pic Prudent y del Campanal de Larrens.

Para llegar al refugio de la Glère, situado junto a unos picos bastante espectaculares y sobre el lago del mismo nombre, solo nos queda descender por la loma.

Si bien el sendero es muy amplio, tardaremos más de lo que imaginamos porque hay que ir esquivando, por uno u otro lado, los numerosos resaltes graníticos que nos separan del refugio.

El refugio de la Glere, más lejos de lo que parece

La Glère, el refugio donde pasaremos esta y la siguiente noche, es guardado, tiene todos los servicios típicos de estas instalaciones y fue remodelado en el año 2007, por lo que se encuentra bastante nuevo.

El Campanal de Larrens emerge entre la tormenta


JORNADA 2ª: REFUGIO DE LA GLÈRE – TURON DE NEOUVIELLE – REFUGIO DE LA GLÈRE

Horario: Alrededor de 7 horas.

Desnivel: Unos 900 metros aproximadamente, tanto de subida como de bajada.

Dificultad: Media-Alta. Progresión incómoda por grandes bloques de roca y algún destrepe fácil, pero expuesto.

 

El Turón de Neouvielle es uno de los tresmiles catalogados como “fáciles”. Eso no significa que carezca de dificultad… Ningún tresmil, sale “gratis”, y el Turón, pese a todo, nos va a exigir esfuerzo y concentración.

Desde el refugio de la Glere, todo el grupo de cumbres del Neouvielle

Salimos del refugio de la Glère siguiendo nuestros pasos del día anterior, hasta llegar a un desvío. El camino que desciende a la derecha, ya conocido por nosotros, nos llevaría en dirección al refugio Packe. Seguimos el sendero que continúa loma arriba, bien por el atajo que a plena loma gana altura rápidamente, o bien aprovechando unas zetas bien trazadas que nos hacen más cómodo el caminar.

En cualquier caso, en unos 20 minutos aproximadamente entraremos en la cuenca de los lagos del Neouvielle. El paisaje es espectacular e invita al descanso… Lástima que la actividad del día no nos lo permita. Pasamos sucesivamente, bordeandolos por la derecha (izquierda orográfica) por el Lac det Mail, el Lac de la Manche, el Estelat inferior y el Estelat superior.

Lac det Mail

En este punto comienzan las dificultades de la ruta. Por detrás del lago se abre un estrecho barranco, por el que se accede al vallecito secundario de la Coume Estrète, una autentica nevera, sombría y que guarda neveros hasta bien entrado el verano.

  

Entrada a la Coume Estrete

Al poco de introducirnos en el barranco, una cascada nos cierra el paso; podemos superarla, bien por la izquierda, donde podemos encontrar nieve, o por la derecha, superando un muro de roca,  gracias a las terrazas y grietas que lo fracturan.

  

Paso de trepada al comienzo de la Coume Estrete

A partir de aquí entramos en un terreno de grandes bloques de roca, que nos obligarán a un continuo subir y bajar, haciendo la marcha bastante penosa.

En algunos casos podremos aprovechar los neveros para facilitar el avance, pero siempre buscando el mejor camino en función del estado del terreno.

  

Vamos dejando atrás el tramo más incómodo de la Coume

Finalmente nos situamos bajo una inclinada pero corta canal de tierra suelta, que nos deposita en el Collado de la Coume Estretè. En este punto se habrán acabado las mayores dificultades de la subida.

Ascendemos en principio siguiendo la ancha cresta, hasta que esta se convierte en una loma de grandes rocas sueltas con algunos tramos de sendero. Pasada una primera cota de 2.911 m la pendiente se suaviza bastante y ya tenemos a la vista la amplia cumbre del Turón. Un último esfuerzo y habremos llegado arriba.

 

Tramo más inclinado de la subida final al pico

Las vistas desde aquí son espectaculares; desde la cercana cresta de los Tres consejeros y la mole del Pico de Nouvielle, que se eleva al este, hasta los más lejanos picos que se elevan más al sur del Pic Long; el macizo del Monte Perdido / Marboré, destacando la visible Brecha de Rolando, el Casco, Punta Bazillac, el Taillón y los Gabietos.

De derecha a izquierda, Gabieto, Taillon, Punta Bazillac, Brecha de Rolando, Casco de Marboré y Marboré.

Aún más al oeste podemos llegar a ver el Vignemale y su llamativo glaciar, único del Pirineo que aún guarda la apariencia de tal, y por último, al norte, la mole, coronada de antenas del Midi de Bigorre y su observatorio astronómico.

  

El Pic Long

Otra vez, Pic Long y Lac Tourrat

En la cumbre del Turón

Vistas al sur desde la cumbre

En la cumbre

Arista de los Tres Consejeros y Pic Nouvielle

También merece la pena asomarse al precipio que se abre a nuestros pies para observar, a vista de pájaro el Lago Cap de Long, punto de partida de nuestra travesía.

Lac Cap de Long desde la cumbre del Turón

El descenso del pico podemos hacerlo, bien retrocediendo por el mismo camino que a la subida, o bien por la ruta del Glaciar de Maniportet. Esta última, si bien evita los desagradables bloques de la Coume Estretè, tiene un paso de destrepe expuesto y exigirá mayores esfuerzos de orientación.

Si aún así decidimos bajar  por la ruta de Maniportet, tendremos que tomar las trazas de sendero que se dirigen hacia el noroeste, hacia un amplio rellano sobre el hombro norte del Pico. Pronto veremos a nuestra derecha lo que queda del moribundo glaciar de Maniportet, de gran inclinación.

El rellano al que debemos llegar está rodeado por paredes en todos sus flancos, lo que nos obligará a descender por una especie de chimenea, sencilla pero muy inclinada, con vistas al glaciar. Hay que extremar las precauciones, porque un mal paso sería aquí fatal.

Finalizada la chimenea, realizamos una travesía entre bloques a la izquierda, y continuamos el descenso destrepando con cuidado, hasta la morrena glaciar que nos espera más abajo.

Bajando de la cumbre

El paisaje es desolador, sin apenas vida vegetal. A la izquierda de la morrena, por la que debemos avanzar, ya por sendero, vemos el Lac Bleu en el fondo de una inhóspita hoya.

El Lac Bleu

Seguimos por la morrena, mientras vamos dejando atrás y a nuestra espalda la mole del Neouvielle y la marcada brecha que lo separa de los Tres Consejeros. buscamos el mejor paso dejándonos guiar por los mojones, que finalmente nos llevarán hasta una zona herbosa, a la orilla del primero de los Lacs Verts.

Lacs Verts

Una mirada atrás, a la izquierda Los Tres Consejeros, a la derecha, el Turón, y entre ambos, la morrena de bajada.

Desde aquí debemos buscar el mejor paso entre este lago y el inferior, pero con tendencia siempre a dejar este último a la derecha, ya que desagua a través de una cascada que se desploma  por una pared de unos 150 metros.

La bajada a partir de aquí es una sucesión de terrazas herbosas, pequeños destrepes sobre roca y canales sin complicación pero que nos llevarán un tiempo para encontrar el mejor descenso, hasta llegar cerca del rellano al pié de la pared de la que hemos hablado.

A  partir de aquí el descenso se suaviza, aunque aún requerirá que prestemos atención para buscar el camino más cómodo hasta llegar al lecho del arroyo. Un sendero nos lleva hasta una especie de represa, por encima del Lac de la Mourele, de donde sale una conducción de agua bajo cubierto y un sendero, que hacia la izquierda, nos llevará a las cercanías del  Lac det Mail.

De regreso al Lac det Mail

Bordeamos este lago, por su orilla norte hasta que por fin nos crucemos con el sendero principal de los Lagos de Neouvielle, por el que subimos al comienzo de la jornada.

Bajando siguiendo los pequeños lagos

  

De regreso al refugio

Desde este punto solo nos resta desandar el camino hasta llegar al refugio.

 

 JORNADA 3ª: REFUGIO DE LA GLÈRE – REFUGIO OREDON

Horario: Alrededor de 7 horas.

Desnivel: Algo menos de 700 m de subida acumulada y casi 900 m de bajada

Dificultad: Facil. La segunda parte de la etapa, desde la subida al Collado de Aubert, es toda ella por senderos cómodos y muy frecuentados. La primera parte es más solitaria y menos trillada, pero tampoco entraña ninguna dificultad.

 

Salimos del Refugio de la Glère por el camino que desciende en dirección al lago, bordeándolo por el sur, a fin de evitar el paso por una placa incómoda que existe en su orilla norte.

Llegamos a los prados que ocupan la cola del lago y comenzamos a ascender por un senderito, por la loma que hay a la derecha del riachuelo que alimenta al lago. Pronto nos introducimos en un valle repleto de pequeñas charcas, laguitos y zonas de empradizado.

Bordeamos el lago de Mounicot y nos introducimos en el barranco por el que desciende el riachuelo. Nada más sobrepasar el barranco vemos un nuevo lago, el de la Mourele, enclavado en un pequeño y encantador circo.

Cruzamos fácilmente el desagüe del lago y trasponemos un pequeño cerro situado justo al este del mismo. Continuamos siguiendo el sendero, que comienza a ascender por un nuevo valle secundario hasta tener a la vista la Hourquette de Mounicot, nuestro objetivo. La última parte de la ascensión es la más inclinada, pero en todo momento caminamos por sendero, lo que facilita la subida.

Finalmente llegamos a la horcada, desde donde vemos un nuevo valle, muy abierto y cubierto en su fondo por un inmenso canchal. Frente a nosotros, al otro lado del valle, se observa la subida a la Hourquette de Oubert, que tendremos que afrontar más adelante.

Comenzamos a bajar del Collado, por un sendero muy inclinado, hasta llegar a un rellano herboso. Aunque podría parecer que tenemos que descender directamente hacia el norte, hacia el Lac Estagnol que vemos más abajo, nada más lejos de la realidad, porque hacia esta vertiente varias paredes rocosas nos impiden el paso. En su lugar debemos descender hacia el este, siguiendo el sendero y los mojones colocados al efecto.

Lac Estagnol, y al fondo el Midi de Bigorre

Bajamos sin problemas y vamos siguiendo el paso más cómodo entre las antiguas morrenas, normalmente por sendero, aunque llegará un momento en el que no queda más remedio que introducirnos en el canchal y avanzar trabajosamente entre los bloques, ahora en dirección noroeste. Finalmente nuestro camino se une al principal en las cercanías de un árbol solitario, cuya sombra agradeceremos en caso de tener un día caluroso. Por debajo de nosotros podemos disfrutar de las vistas del Lac Estagnol, el Lac Nère, y algo más lejos, represado, el Lac dets Coubous.

Lac Estagnol y Lac Nere

Emprendemos una nueva subida, esta vez por un camino ancho y transitado, que tras varias lazadas y menos de 200 m de desnivel, nos deposita en la Hourquette D`Aubert.

Llegando a la Hourquette D`Aubert

Un nuevo panorama nos espera; bajo nosotros el Lac D`Aubert, el Lac D`Aumar y Les Laquettes, verdadero corazón de la Reserva Natural del Neouvielle. Al norte, el omnipresente Midi de Bigorre, y mucho más cerca, hacia el suroeste, el cogollo de cumbres que conforman el corazón del macizo; La Cresta de la Espada, el Pic de Neouvielle, y la Punta Ramougn.

A la izquierda, Punta Ramougn, a la derecha Pic de Neouvielle

 

En el Collado de Oubert

En el Collado de Oubert

Lagos Aubert y Aumar

Iniciamos el largo y definitivo descenso del día. El camino, tras una primera curva, inicia un flanqueo hacia la izquierda, para ir a ganar, tras una zona más rocosa, la loma que separa los lagos de Aumar y de Aubert.

Rodeando el macizo

Lac Aumar

Una parada en el descenso, para posar frente a los lagos

Pasamos muy cerca de los prados que rodean al primero de los lagos.

Lac Aumar

A partir de aquí y hasta el fin de la etapa, prácticamente todos los sitios que vamos a visitar invitan al descanso y al baño.

Cerca del parking de los lagos

El camino, cada vez más transitado, nos lleva hasta el parking y el final de la carretera regulada que da acceso a los lagos. Allí encontramos una fuente, servicios, zona de acampada y un refugio cerrado en verano.

Se ve el camino que baja desde la Hourquette de Oubert

Desde los edificios, y pasando junto a una mesa de localización de las cumbres, nos dirigimos hasta la presa que cierra el lago Aubert.

No hay que cruzar la presa, sino seguir el sendero que sale justo a su lado y que pronto comienza a descender hacia el primero de los Laquettes.

les Laquettes

les Laquettes

les Laquettes

El sendero lo recorre por su orilla izquierda, hasta encontrar un segundo lago, más pequeño y con más vegetación en sus orillas.

les Laquettes

Poco después del tercer lago, el camino se encuentra con la carretera que también baja al lago Oredón. Sin embargo, nosotros continuamos con nuestro camino, que vuelve a introducirse en el bosque y nos conduce, metro a metro, por un espeso bosque amenizado por varias cascadas y por el ruido del cercano arroyo que cae de los lagos.

les Laquettes

El lago Oredon se hace de rogar, y apenas se ve por lo espeso del bosque, pero pronto iniciamos un descenso más pronunciado, aunque siempre cómodo, hasta casi llegar a su orilla. El camino gira a la izquierda para bordear esta parte del lago y llega a las praderas donde está el área de esparcimiento y el parking.

Lago Oredon

Lago Oredon

Lago Oredon

Al otro lado del parking sale un sendero señalizado que, tras subir varias decenas de metros, nos conduce al Chalet-Refugio de Oredon, final de la etapa de hoy y donde encontraremos todos los servicios de un refugio guardado… Y un estupendo restaurante bastante frecuentado.

 

JORNADA 4ª: REFUGIO DE OREDÓN – LAC CAP DE LONG

Horario: Hora y media aproximadamente.

Desnivel: Algo más de 300 m de subida. Algunas decenas de metros de bajada.

Dificultad: Muy baja. Todo el recorrido es por camino carretero, salvo los últimos metros que se hacen por asfalto.

 

Abandonamos el refugio por un camino que baja desde su mismo aparcamiento y que en varias lazadas nos lleva a la carretera de acceso al parking de Oredón. Cogemos la carretera a mano izquierda, atravesamos la presa del lago y continuamos hasta una primera curva muy cerrada.

En este punto abandonamos la carretera por un camino muy ancho que va recorriendo la orilla sur del lago, siempre entre bosque.

Llegamos a una bifurcación, eligiendo el ramal que va más arriba, a la izquierda y que nos lleva junto a una edificación medio oculta tras una roca y con una placa conmemorativa.

Pocos minutos después llegamos a unos prados, pasados los cuales el camino comienza a hacer zig-zag, ganando altura poco a poco por el fondo del valle,  hasta encaramarse en la loma de la derecha, donde comenzamos a ver restos de edificaciones y dos edificios aparentemente todavía en uso.

Lago Oredon

Lago Oredon

A todo lo largo del camino vemos carteles indicando la existencia de peligro por subidas repentinas del cauce de los cursos de agua, por encontrarnos en una zona de aprovechamiento hidroeléctrico.

Varios metros por debajo de los mencionados edificios el camino, ya convertido en pista de tierra, gira hacia la izquierda y traza una diagonal hasta encontrarse con la carretera, justo en la primera de las cerradas curvas que permiten el acceso en coche a Cap de Long.

Neouvielle y Ramougn desde Cap de Long

Desde aquí solo falta recorrer un último tramo de carretera para llegar al Parking de Cap de Long  y recuperar el coche, dando por finalizada la travesía.

Tres Consejeros, Neouvielle y Ramougn desde Cap de Long

 

Texto: Hermano Mero.

Fotos: JM y Hermano Mero

Croquis y track (wikiloc)

 

Nota importante: La descripción de esta ruta procura dar la información lo más precisa posible, pero siempre basada en la experiencia del autor, por lo que sus apreciaciones pueden ser subjetivas. Esta descripción y los croquis que contiene no pueden sustituir a un mapa de la zona. Es recomendable buscar otras fuentes de información, como libros y guías de montaña especializados, para hacernos una idea lo más aproximada posible de la ruta y decidir si está dentro de nuestras posibilidades o no. Es imprescindible tener la experiencia, el conocimiento, la formación y el material adecuado para realizar esta actividad. Valora tu forma física y tus conocimientos sobre como moverse en montaña, informate sobre la climatología y actúa con prudencia, no excediendo tus capacidades. Aún así el montañismo es una actividad que conlleva un riesgo intrínseco, por lo que, si decides realizar esta ruta, ten en cuenta que cada uno es responsable de las elecciones que toma, de si mismo y de su seguridad. Es exclusiva responsabilidad de quien pudiese utilizar esta información los posibles percances que pudiera sufrir como consecuencia del desarrollo de una actividad basada en el uso de esta descripción de una ruta de montaña.

IBÓN DE ACHERITO Y PICO ARALLA

IBÓN DE ACHERITO Y PICO ARALLA

En esta ocasión volvemos a la Jacetania, una de nuestras comarcas pirenaicas favoritas, para describir una ruta circular, que nos permitirá conocer uno de los ibones más occidentales del Pirineo, así como ascender a dos cumbres poco conocidas, pero con una posición estratégica, El Mallo Cristián y El Larraille o Aralla, según usemos el topónimo francés o Aragonés.

Comenzamos nuestra excursión en Güarrinza, lugar situado en el curso alto del río Aragón Subordán, y que como ya dijimos en otra ocasión, a pesar de que geográficamente formaría parte del valle de Echo (o Hecho, que de ambas formas se ve escrito), administrativamente pertenece al término municipal de sus vecinos de Ansó.

Mallo Cristián desde Guarrinza

Podemos dejar el coche en una pradera con mesas y bancos de piedra, situada a la izquierda de la pista asfaltada que sube desde el pueblo de Echo hacia Aguas Tuertas, justo en el punto donde acaba el asfalto, o bien, en la misma pista, en algún apartadero, con cuidado de no estorbar el tráfico de otros vehículos.

Comenzamos a caminar en esta misma pradera. Al final de la misma existe un puente sobre el río, el cual cruzaremos, para seguir por una pista de tierra hasta la confluencia con el barranco de Acherito. Hay que cruzar un vallado de alambre, justo en el punto donde existen varios paneles informativos y un par de carteles de GR.

Una vez cruzado el vallado por una portilla rústica dispuesta al efecto, tomamos un sendero que, rumbo norte, recorre el margen orográfico izquierdo del Arroyo de Acherito.

Poco a poco y de forma suave tomamos altura, alejándonos del fondo del barranco, para en unos diez minutos internarnos en otro barranco secundario; el de las Foyas.

El sendero continúa ascendiendo suavemente por la orilla orográfica izquierda del barranco, hasta que en una zona más llana cruzamos el escaso riachuelo. A partir de este momento el sendero gana en inclinación y asciende realizando varios zigzag por la ladera, desprovista de arbolado como el resto de la excursión.

Nada más pasar una zona más pedregosa, ya a bastante altura sobre el fondo del barranco y justo debajo de la zona donde la ladera se convierte en pared rocosa, el sendero se bifurca. Nosotros seguiremos el de la izquierda, que cambia de dirección y continúa a media ladera, rodeando el Mallo Cristián. El otro sendero será por el que regresemos al finalizar la excursión. En toda esta zona tendremos unas vistas estupendas de las montañas que rodean la Selva de Oza; el Castillo de Acher, Agüerri, Bisaurín, Lenitos, Peñaforca y sobre todo de la estupenda proa del Chipeta.

 

Castillo de Acher desde la ladera del Cristián

 

Al fondo, el Chipeta

Continuamos nuestro rodeo, traspasando varias lomas secundarias, hasta situarnos de nuevo sobre el barranco de Acherito, lo que nos dará inmejorables vistas sobre el Collado y el Pico Petraficha (o Quimbóa), Gorreta de los Gabachos, Chinebral de Gamueta y Mallo Acherito. Poco a poco nuestro sendero vuelve a tomar dirección norte, por zonas ya ocupadas por pastos alpinos, hasta que finalmente demos vista al bucólico Ibón de Acherito. Hasta aquí habremos invertido unas dos horas de marcha, por sendero muy marcado, dado que este lugar es bastante frecuentado por excursionistas.

Este Ibón, como ya hemos dicho, es uno de los más occidentales de la cordillera, y se sitúa en un definido circo glaciar que no veremos hasta encontrarnos en la mismísima orilla, y que está abierto hacia el oeste y delimitado por una alta loma herbosa al norte, fronteriza con Francia y por la que podríamos llegar fácilmente al collado de Acherito. Inmediatamente al este de dicha loma se sitúa la Peña del Ibón, una marcada brecha y las dos cumbres gemelas del Laraille. Finalmente, al sur de dicho pico se sitúa la cumbre principal del Mallo Cristián, también llamado en algunos mapas como Mallo de las Foyas. Este será nuestro primer objetivo.

 Ibon de Acherito

Después de haber disfrutado del entorno, y desde luego que el lugar merece un buen rato de tranquilidad y contemplación, reemprenderemos la marcha dirigiéndonos hacia el fondo del circo, aprovechando un sendero que bordea el Ibón, cerca de su orilla derecha, según el sentido de la marcha.

Una vez en el fondo del circo observaremos que está ocupado por una enorme pedrera que en su punto más meridional llega hasta la misma cresta. Es hacía allí donde debemos dirigir nuestros pasos. La forma más cómoda para ello es atravesar una zona de grandes bloques de piedra, hasta alcanzar una loma herbosa que bordea gran parte de la pedrera por su izquierda y que nos sitúa por debajo de la cumbre del Mallo de las Foyas.

 Ascendiendo. Al fondo Petrechema y Mallo Acherito

Ascendemos por esta loma que progresivamente se vuelve más inclinada. Pronto comenzamos a ver hitos de piedra y restos de senderos que por fin nos introducen en la pedrera. Hay una zona algo más vertical, aunque en ningún momento complicada (en verano y sin nieve o hielo, claro) y el sendero cada vez se hace más evidente. Nada más pasar esta zona más inclinada nos situamos bajo una marcada horcada, muy evidente y a tiro de piedra, pero debemos evitar la tentación de subir por allí, en su lugar flanqueamos la pedrera hacia nuestra izquierda y por unos grandes bloques de roca, subimos los últimos metros que nos quedan hasta la cresta.

 Aralla desde la Pedrera

Desde el Ibón, que vemos a nuestros pies, hasta aquí habremos tardado de media hora a tres cuartos. En el punto donde nos encontramos; un collado entre la cresta del Laraille y la cumbre del Mallo de las Foyas o Cristián, tenemos a tiro de piedra esta última cumbre... Apenas diez metros, nos separan de ella, por lo que merece la pena subirla.

 Aralla desde el Collado

Esta cumbre domina todo el llano de Guarrinza, por lo que las vistas sobre las cumbres que rodean esta zona, la Selva de Oza y el Barranco de Acherito son muy buenas, aunque similares a las que venimos disfrutando durante toda la excursión. También tenemos buenas vistas sobre las cumbres de Linza y Larra la novedad se encuentra en la visión del Ibón de Acherito desde su vertical, y de la multitud de cumbres pirenáicas que asoman detrás de la cresta del Mallo Cristián. De todas ellas despunta la doble cumbre del Midi D`Ossau.

 

Anie, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema y Sobarcal

 

Chipeta y Petraficha, desde la cumbre

 

Ibón, Mallo Acherito y Chinebral de Gamueta

Mas cerca tenemos las cumbres que rodean las Foyas de Santa María; a parte del mismo Mallo Cristián, destaca el Laristé, el pico más alto de esta zona y el Laraille, muy cerca de nosotros.

Aquí tenemos dos opciones; bien bajar desde la cumbre, directamente al fondo de las Foyas, por terreno alomado al principio y aprovechando un sendero bien marcado en la pedrera, después, o bien atacar la cumbre del Laraille (o Aralla). Si optamos por lo segundo debemos retroceder hasta algo más abajo del collado donde alcanzamos la cresta, y por donde mejor veamos retomarla de nuevo (es lo más cómodo). La seguimos, más o menos por la parte más alta, esquivando los resaltes más dificultosos por su lado oriental (el que da a las Foyas), ya que el otro cada vez se vuelve cada vez más escarpado, hasta convertirse en una pared completamente vertical.

Cuando lleguemos a la zona donde la cresta toma mayor inclinación, al pié ya de la cumbre, lo mejor es alejarse de su borde, y siguiendo las trazas de un sendero pasarnos a la inclinada ladera que da vistas a las Foyas de Santa María. El sendero poco a poco nos introduce en un ancho canalizo de piedra y hierba, por el que finalmente alcanzamos la cumbre. Hasta aquí habremos tardado una media hora desde la cumbre del Mayo Cristián (3 horas desde el inicio).

 Cumbre del Laraille

Las vistas desde aquí son similares a las de nuestra anterior cumbre, con la diferencia que perdemos referencias hacia Guarrinza y las ganamos hacia Francia y el Valle de Lescún, donde podemos observar las impresionantes Agujas de Ansabere. También aparecen ante nuestros ojos el Pico Petrechema y la Mesa de los Tres Reyes. A pocos metros de nosotros aparece la cumbre gemela de la Aralla, de igual altura, pero desplazada hacia el oeste, por lo que ninguna de sus laderas cae sobre las Foyas de Santa María. Ambas cumbres son impresionantes, cortadas a pico sobre el lago de Acherito. Finalmente también podemos ver todo el cordal que llega hasta el pico Laristé, cerca del Puerto del Palo.


 Lescún desde Laraille

 Cumbre gemela del Laraille

 Cordal hacia el Puerto del Palo

Para descender del pico, lo mejor es retroceder por el mismo sitio por donde vinimos, hasta que veamos más o menos cómodo el descenso directo al sendero que se ve más abajo, en mitad de la pedrera (el mismo que comentamos anteriormente por si decidíamos no hacer cumbre en la Aralla). Personalmente, creo que lo mejor es llegar prácticamente hasta el collado cercano al Mallo Cristián; nosotros, intentamos descender directamente desde el canalizo de acceso a la cumbre, y terminamos desistiendo, dado lo incómodo del terreno.

En cualquier caso, elijamos el descenso que elijamos, debemos terminar en dicho sendero y seguirlo hacia el norte, bordeando toda la ladera este de la Aralla. En principio nos encontramos en una inmensa tartera, cubierta de rocas, sin embargo, al llegar a una horcada situada inmediatamente al noreste del pico y con vistas hacia Francia, comenzaremos a descender por terreno cada vez más cómodo, donde la hierba va ganando terreno a la roca.

Bajamos por esta vaguada, dejando a nuestra espalda el pico que acabamos de hacer, hasta que encontremos un senderito marcado con hitos que cambia de dirección, hacia nuestra derecha. El sendero se introduce en una zona algo caótica, llena de pequeñas alturas y dolinas cubiertas de hierba. Otra opción, para alargar nuestro agradable paseo por esta zona tan solitaria es no girar a la derecha tan pronto, sino llegar a un pequeño collado desde el que se observa, bastante más abajo de nuestra posición una gran pradera, y un marcado sendero que conduce hacia el Puerto del Palo. Si lo deseamos podemos bajar hasta esas praderas, o bien torcer hacia la derecha en el mismo collado, sin sendero pero sin ninguna dificultad.

 Aralla desde las Foyas de Santa María

En cualquier caso debemos bajar a la parte más alta del Barranco de las Foyas, allí donde dicho barranco pierde inclinación y se abre hacia el inmenso circo en el que nos encontramos, al que por cierto, cierta amante de la fauna, rebautizó con el nombre de “Ciudad de las marmotas”, por razones bastante obvias...

Una vez que estemos en el curso del barranco debemos descender por un buen sendero que recorre su orilla orográfica derecha. Poco a poco vamos alejándonos del cauce, casi siempre seco, hasta que finalmente encontremos el cruce con el sendero que conduce al Ibón de Acherito, por donde ya pasamos al inicio de nuestra excursión. Desde aquí solo queda desandar lo andado, por terreno ya conocido.

Toda la bajada desde la cumbre nos habrá llevado unas dos horas y media, y en total, toda la marcha supondrá unas cinco horas y media o seis horas, sin correr, es decir, se trata de una excursión bastante gratificante, agradecida y no muy cansada.

DIFICULTAD: Media. Sendero bastante marcado hasta el Ibón de Acherito. Zona de alta montaña, con pedreras y algún que otro punto donde habrá que trepar, para llegar a la cumbre, y descenso por senderos algo confusos, pero por zona de facil orientación. En general, en condiciones estivales no existen peligros, salvo en la subida final a la cima. En invierno la cosa cambia. Imprescindibles piolet y crampones.
HORARIO: 5:30 O 6 horas, a paso tranquilo.

CARTOGRAFÍA: “Belagua, Anso, Echo.” Colección Cuadernos Pirenáicos. 1:35.000. Sua Edizioak. 2000.

Texto y Fotos.: Hermano Mero.

ALREDEDOR DEL MONTARDO

ALREDEDOR DEL MONTARDO

 Aunque no alcance la cota “mágica” de los 3.000 metros, el Montardo es una de las montañas más emblemáticas del Pirineo, y más concretamente del Valle de Arán. Meritos para ello no le faltan, por su imponente presencia sobre Valarties, la belleza de sus diversas vías de acceso, y lo espectacular de las vistas desde su cima… Y todo ello con una ascensión que, al menos sin nieve, presenta escasas dificultades. 

Por ello proponemos una ruta circular de varios días, que con la excusa de ascender y circunvalar esta montaña, nos permitirá conocer buena parte del Parque Nacional de Aigües Tortes y su zona de influencia, donde se encuentra la mayor concentración de lagos con origen glaciar del Pirineo y de la Península Iberica.

 

Tal como está aquí planteada la ruta tiene su inicio en Pont de Ressec, a donde se accede en coche desde Artiés, en el Valle de Arán, y tiene una duración de tres días y medio, haciendo noche en los tres refugios guardados de la zona; Restanca, Ventosa i Calvell y Colomers.

 

Ninguna de las etapas propuestas es larga, sino más bien al contrario, siendo los horarios indicados sin contar paradas, pero a paso tranquilo. Se ha pretendido que podamos ir relajados y disfrutando de los lugares por los que pasaremos, por lo que, dependiendo de nuestras ganas y fuerzas, la duración de este pequeño “tour”  podría reducirse, uniendo varias etapas en una (por ejemplo, uniendo la corta jornada inicial con la segunda), o incluso acortando el recorrido, y pasando diréctamente del refugio de Restanca al de Colomers, por el Puerto de Caldes (señalizado como GR11.18). Sin embargo de esta forma nos perderíamos el poco frecuentado Valle de Colieto y el Circo de Colomers, el de mayores dimensiones del Pirineo. Otra opción a tener en cuenta es la de tomar como punto de inicio el Embalse de Caballers, en el Valle de Boí, para lo cual deberíamos contar con dos horas y media  más, para acceder al refugio Ventosa i Calvell… En definitiva y como puede verse las posibles variantes son muy numerosas y evidentes, a poco que nos miremos el mapa.

 

Por último, y antes de comenzar con la descripción de la ruta, hacer dos pequeñas anotaciones:

  

Cada una de las etapas termina en un refugio guardado, por lo que podemos permitirnos el lujo de ir ligeros de equipaje y de comida... Eso si, cuidado con las fechas de mayor afluencia de gente (Julio y Agosto) y reservad antes de ir, o podeis encontrarnos con la sorpresa de no tener plaza, esta zona es de las más frecuentadas del Pirineo.

 

Y por otro lado... aunque las etapas sean cortas, como ya hemos dicho, procurad salir pronto; evitaremos las tormentas veraniegas de por la tarde... Y os aseguraréis la cena en los refugios, que suele ser bastante pronto (a las 7 de la tarde en la mayoría de ellos).

 

 

JORNADA 1ª.  PONT DE RESSEC – REFUGIO RESTANCA 

Duración: Entre 2 y 2 horas y media.

Desnivel acumulado: 600 metros aprox.

Dificultad: Sin nieve poca, pista forestal y sendero muy concurrido.

 

Croquis 3D. 1ª jornada

 

Desde Artiés, población a la que habremos llegado, si venimos desde el sur por Viella y su poco apto para claustrofóbicos tunel, debemos tomar la pista asfaltada de Valarties, Desde el mismo comienzo de este valle, y mucho antes de empezar a caminar, podremos disfrutar de las vistas sobre el Montardo, que desde esta vertiente es una mole bien definida, a modo de fortaleza coronada por varias agujas y puntas rocosas.

 

El coche debemos dejarlo en el aparcamiento de  Pont de Ressec, punto a partir del cual el paso está prohibido. Desde aquí, tenemos la opción de comenzar a andar o tomar un taxi todo terreno que nos lleve a Pont de Rius.

 

Cerca de Pont de Ressec, el Montardo

 

De cualquier modo debemos remontar los aproximadamente 3 km de polvorienta pista forestal hasta su final. Desde aquí, y antes de cruzar el puente que da nombre a este paraje, un sendero nos interna en el espeso bosque que nos acompañará hasta casi el mismo refugio.

  

El comienzo del sendero está indicado con un cartel de madera, y aunque al principio es algo confuso debido a la cantidad de atajos abiertos, al final se volverá más definido, introduciéndonos en una inclinada canal, encerrada entre dos paredes rocosas y cubierta de arbolado.

 

Subiendo hacia la Restanca.

  

El sendero asciende con fuerte pendiente pero con muy buen trazado, enlazando sucesivas zetas que nos ayudan a salvar el acusado desnivel. Una vez lleguemos al final de la canal veremos un profundo torrente que se abre a nuestros pies. El sendero, ahora con menor inclinación gira a la derecha, y en dirección sur nos lleva hasta el muro de la presa. Solo nos queda cruzarla para llegar al refugio de la Restanca (2010 m).

 

Refugio de la Restanca

 

 

 

   JORNADA 2. RESTANCA – MONTARDO – VENTOSA I CALVELL 

 

Duración: Unas 6 horas

Desnivel: 823 m.

Dificultad: Sin nieve media. Sendero muy concurrido incluso hasta la cumbre

 

Croquis 3D. 2ª jornada

  

Salimos del refugio  por un claro sendero señalizado con las señales rojas y blancas de GR, que va bordeando el lago en dirección este. A los pocos metros el camino se bifurca. Debemos despreciar la opción que se mantiene más cerca de la orilla. Al contrario, nosotros debemos ir ganando algura poco a poco, primero en una larga diagonal, y posteriormente en sucesivas zetas que nos van acercando a una caída de agua.

Prácticamente en el momento que nos ponemos a la altura del cauce, la pendiente se acaba y damos paso al Planell de Cap de Port, en cuyo fondo se encuentra un precioso lago de igual nombre. Sobre nosotros, al norte, las agujas del Montadro, y al fondo nuestro siguiente objetivo: El Collado de Guellicrestada.

Rodeamos el lago por la izquierda, en el sentido de la marcha y pronto el sendero vuelve a coger inclinación hasta introducirnos en una pedrera, que se supera sin problemas y de forma bastante cómoda. A nuestra espalda las vistas del Estany de Cap de Port con la Sierra y el Valle de Rius de fondo son cada vez más espectaculares.

Estany Cap de Port

Una vez en el Collado de Güellicrestada (2.483 m) podemos ver al otro lado el lago des Monges, y a nuestra izquierda la cara sur del Montardo. Para subir a la cumbre debemos primero perder algo de altura siguiendo por el sendero marcado como GR 11.18 y que se dirige hacia el Este (se trata del que se dirige a Colomers por el Puerto de Caldes), que abandonaremos al poco tiempo para atacar directamente la ladera de roca y hierba por algunos de los senderos abiertos por el paso de la gente.

 

 Lago des Monges y al fondo Punta Alta

  Subiendo al Montardo. Al fondo los Besiberris

Subimos la ladera con fuerte pendiente, pero de forma bastante cómoda, hasta alcanzar un colladito por el que accedemos a la cresta de la montaña (alomada y bastante ancha).

 Hacia el Collado del Montardo

  Loma y Collado del Montardo

  

Desde este punto podemos ver lo que nos resta de ascensión. Debemos seguir la cresta por un amplio sendero, desde el que se ve una pequeña laguñilla y llegar a un collado abierto entre la cumbre principal del Montardo y la aguja que parecía la cima desde el lado des Monges. Desde este collado, ascendemos, ahora con bastante mayor inclinación hasta el punto más alto de la montaña (2.833 m).

 

Lagunilla en la loma del Montardo

Cima del Montardo y la última cuesta.

  

Las vistas que nos esperan al llegar compensan el esfuerzo realizado; hacia el oeste, casi a nuestros pies, el lago de la Restanca, y algo más arriba el Lac de Mar, con el Valle de Rius y el macizo de la Maladeta con sus glaciares en último término.  Hacia el suroeste y sur, los Besiberris, la cuenca lacuestre por la que posteriormente bajaremos y cerrando el horizonte la impresionante Punta Alta. Hacia el este el mar de montañas es interminable, y finalmente inmediatamente al norte, contrastando con el color de la roca que nos rodéa, Valartiés y el pueblo que da nombre a este valle.

 

Restanca, Estany Mar y Maladetas

 

 En la cumbre, con los Besiberris al fondo.

 

Punta Alta desde la cumbre.

 

En la Cumbre. Vistas hacia el este. 

Valarties desde la cumbre.

Llegado el momento de abandonar la cima, retrocederemos hasta el Lago des Monges por el mismo camino que usamos en la ascensión.

 

Sin llegar a la orilla, tomaremos un sendero que sube un pequeño repecho antes de bajar hasta la orilla izquierda, la cual debemos recorrer, hasta que el sendero la abandona y gira, perdiendo altura, hacia el este.

 

 Bajando de la cumbre

 

El Montardo y Lago des Monges 

 

De esta forma llegamos al desagüe del Estany de les Mengades. Seguimos descendiendo junto al arroyo que baja del lago, hasta que lo abandonamos por la izquierda, pasando por varios lagos de menor tamaño, que preceden al Estany de Travessani. Las vistas de las agujas de igual nombre son en todo momento apabullantes.

 

Llegando al Estany des Mengades

 Estanys de Travessani y Punta Alta.

 

Agujas de Travessany 

Al fondo el Pa de Sucre

Estany Gran de Travessany

 Estany de Travessany y Pa de Sucre

 

Rodeamos el lago por la izquierda y pasamos por un último lago de pequeño tamaño. El sendero sigue por su desagüe, y encaramos el último descenso pronunciado del día. Por debajo de nosotros y a la izquierda ya se ve el Refugio Ventosa i Calvell (2.220 m), situado en un enclave de especial belleza, con el Estany negre a sus piés. Solo nos resta llegar al refugio, con una curiosa fuente en su puerta, para dar por finalizada la etapa de hoy.

 

Refugio Ventosa i Calvell

 

Estany Negre 

 

 

 

JORNADA 3. VENTOSA I CALVELL – COLOMERS

 

Duración: 5 horas

Desnivel: 385 m

Dificultad: Esta es sin duda la etapa más problemática en cuanto a orientación; dejaremos de lado las zonas más concurridas y nos internaremos en un valle, el de Colieto, poco frecuentado y con senderos no siempre claros, por lo que es recomendable andar atento al mapa, para saber en todo momento donde nos encontramos y hacia donde debemos dirigirnos.

 

Croquis 3D. 3ª jornada

 

Nuestro camino comienza por detrás del refugio, perdiendo poco a poco altura hacia el fondo del valle, donde podemos ver un pequeño laguito, el Estany de Colieto.

 

 Estany inferior de Colieto

 

El sendero se introduce en la incómoda pedrera que ocupa la margen derecha del valle. Conviene ir atentos a los mojones y estacas que señalan el mejor paso entre los grandes bloques de piedra, para, a veces cerca de la orilla, y a veces más altos, ir avanzando trabajosamente.

 

En un momento determinado cruzamos el curso de agua por un estrechamiento del mismo. A partir de este momento el sendero se hace notáblemente más comodo y gana altura hasta llegar al Estany Gran de Colieto, que debemos bordear por la izquierda, según el sentido de la marcha.

 

Valle de Colieto 

 

Valle de Colieto

 

Detrás del lago hay una gran pradera de donde parten tres senderos que cuesta trabajo localizar; a mano derecha el que sube hacia Punta Alta, rectos y siguiendo el fondo del valle, el que se dirige al paso de Contraix, la alta portilla que cierra el valle de Colieto, y algo más a la izquierda el nuestro, que subiendo por unas loma herbosas, se dirige hacia el Collado de Colomers.

 

Como pista para localizar el sendero diremos que por la izquierda de la pradera desemboca un riachuelo proveniente de los estanys altos de Colieto. Arriba y a la derecha de este riachuelo, que baja con bastante pendiente, existe un risco, por cuya ladera derecha remonta el sendero.

Una vez localizado el sendero, subimos por el hasta llegar al primero de los estanys altos de Colieto., que se rodea por la izquierda. Inmediatamente después subimos hasta un nuevo estany, más pequeño.

 

 Estany Alto de Colieto

 

En este punto el sendero no es nada claro, teniendo mojones por todas partes. Lo mejor es seguir todos los estanys hasta el noroeste, hasta localizar el amplio rellano que es la parte alta del valle de Colieto, de claro perfil glaciar.

 

Remontamos el valle, que pronto se convierte en una canal, bien por la pedrera que cubre su fondo, bien por un sendero más cómodo que existe varios metros arriba y a la izquierda, según el sentido de nuestra marcha (este sendero se puede tomar justo en el momento en que la canal se encajona).

  

 Parte alta del valle de Colieto

 

Con no excesivo esfuerzo, a pesar de la inclinación del sendero, llegamos a un rellano en el que ambos senderos se unen, para alcanzar en pocos minutos más el Puerto de Colomers (2.605 m), punto más alto de la jornada de hoy y que nos ofrece estupendas vistas.

 

 Puerto de Colomers

 

Comenzamos el descenso, primero hasta un pequeño rellano herboso y después por una canal pedregosa hacia el fondo del circo glaciar más amplio del Pirineo; el circo de Colomers, cerrado por diversos picos, entre los que destacan las moles del Gran Tuc de Colomers y el Tuc de Ratera.

 

Bajando hacia el circo de Colomers

  

El sendero abandona la canal, cada vez más difuminada, por la derecha y desciende por un hombro hasta el desgüe del Lac deth Port de Colomers. En este punto nuestro camino gira al norte y recorre toda la cuenca lacustre, pasando por infinidad de estanys de todos los tamaños.

  

 Bajando circo de Colomers.

 

Una vez superado un último lago de mayor tamaño el valle se estrecha y nuestro sendero pierde altura bruscamente. A nuestra izquierda el río proveniente de las lagunas se despeña en forma de cascada. Llegamos a un rellano y cruzamos el riachuelo. El sendero, que cada vez está más claro, continúa hacia el norte, alejándose del curso de agua, que bruscamente gira hacia la derecha y pierde altura hacia unos lagos que podemos ver más abajo.

 

Llega un momento en que también nuestro sendero gira a la derecha y se bifurca; un ramal se dirige hacia los mencionados lagos, y el otro, que tomaremos nosotros, toma dirección norte hacia el Estany Mort, que comenzamos a bordear por su extremo este hasta llegar al desagüe.

 

 Estany Mort 

 

Estany Mort 

 

En este punto cruzamos el escaso curso de agua y comenzamos a bajar con fuerte pendiente. Tenemos frente a nosotros el lago de Colomers,

El sendero no llega hasta la misma orilla, sino que pierde altura hasta que se introduce en una pedrera, que atravesamos hasta llegar al nuevo refugio, que entrará en funcionamiento previsiblemente en el verano de 2007. Si vamos antes de ese momento tendremos que continuar por el sendero hasta el viejo refugio (2.130 m), que será demolido próximamente y que se sitúa justo encima de la presa.

  

 

 

JORNADA 4. COLOMERS - PONT DE RESSEC

 

Duración: Entre 4 y 4 horas y media.

Desnivel: Unos 300 metros aproximadamente.

Dificultad: Si nieve ninguna; senderos bien marcados y pista forestal. 

 

Croquis 3D. 4ª jornada

 

Comenzamos nuestra última jornada abandonando el viejo refugio por el mismo sendero por el que llegamos, siguiendo las señales de GR 11, que nos acompañarán a lo largo de todo el día.

 

En una pradera herbosa el sendero se bifurca; un ramal (GR 11.18) se dirige hacia el Puerto de Caldes y de ahí a la Restanca, y otro (GR 11), el que a nosotros nos interesa, asciende hasta un pequeño collado desde el que podemos ver el tramo medio del valle de Colomers.

 

Nuestro sendero inicia un largo flanqueo por la ladera que cierra el valle por el oeste, perdiendo altura levemente. Atraviesa un par de espolones rocosos mediante tramos de camino armado que aprovechan sus puntos más débiles y pronto comenzamos a coger altura de nuevo.

 

Las sucesivas vueltas y revueltas del sendero se hacen monótonas y la ascensión por estos prados inclinados parecen interminable, aunque al menos, las vistas sobre los bosques y turberas del fondo del valle nos dan un respiro.

 

 Dejando atrás el circo de Colomers

 

 Revueltas sobre el valle de Colomers

 

Finalmente alcanzamos el collado de la Ribereta (2.323 m). Cruzándolo podemos ver el pequeño y escondido valle del mismo nombre, que tendremos que recorrer en su integridad.

 

El paisaje cambia radicalmente a partir de este momento;  frente a nosotros los farallones rocosos que se alzan sobre el Lac de Ribereta, el cual no podemos ver desde nuestra posición, aunque si los más pequeños lagos de Montcasau, por los que pasaremos posteriormente.

  

Lagos de Montcasau

 

Comenzamos el descenso por un agradable sendero entre pinos y pastos, que pronto pierde pendiente para depositarnos en un primer rellano. El sendero continua claramente, hasta llevarnos hasta el primero de los estanys de Montcasau, el cual rodeamos por la derecha.

 

Lagos de Montcasau

 

 Lagos de Montcasau

 

Lagos de Montcasau 

 

Nos llamará la atención el enorme caudal que desde un agujero en la roca alimenta el lago. Se trata de la salida del canal subterraneo que viene desde el Lago de Colomers.

 

El camino continúa bajando, hasta llegar al segundo de los lagos, donde existen dos cabañas cerradas. El sendero continúa justo en el extremo derecho de la presa, por un terreno mucho más inclinado y suelto. Esta zona es muy húmeda y estamos rodeados de la densa vegetación del bosque de Loserón.

 

Debemos ir atentos a las señales para encontrar el mejor camino. Perdemos una gran altura en corto espacio de tiempo, sin embargo, finalmente llegamos al fondo del valle cubierto de grandes pinos. A partir de aquí solo tendremos que seguir la pista que, en suave descenso se va alejando del cauce del rio.

Salimos del pinar y llegamos a un cruce de pistas. Tomamos el ramal de la izquierda, que tras una pronunciada curva vuelve a encarar la bajada del valle, que a estas alturas apenas tiene pendiente y está cubierto de grandes pastizales.

 

Cruzamos un primer puente sobre una torrentera, y un segundo, sobre el Río Reneules, coincidiendo con el comienzo de un nuevo bosque. A partir de este momento encaramos la última bajada importante de nuestra ruta.

 

La pista traza cuatro curvas muy cerradas antes de encarar la última recta, que nos conduce a terreno ya conocido; la pista que el primer día nos llevó desde Pont de Ressec a Pont de Rius. Solo nos resta girar a la derecha y retroceder hasta el aparcamiento, que se encuentra a escasos minutos, para dar por finalizada esta ruta circular alrededor del Montardo.

 

El Montardo, al final del tour

 

TEXTO: Hermano Mero

FOTOS: Hermana Cabra y Hermano Mero.

TRAVESÍA DE CÁLDES DE BOÍ AL REFUGIO DE S. NICOLAU, EN EL VALLE DE BARRABÉS

TRAVESÍA DE CÁLDES DE BOÍ AL REFUGIO DE S. NICOLAU, EN EL VALLE DE BARRABÉS La travesía varía, de ir con tu vehículo privado, a ir con un autocar, ya que este último solo llega a Cáldes de Boí, y se deben recorrer unos 4 kms por carretera o por una senda marcada que discurre por la rivera derecha del río. Esta senda está bien señalizada y llega hasta la primera revuelta de subida al Embalse de Cavallers, al que se llega aproximadamente en 1 hora. Se bordea el embalse por la derecha, y superando los primeros farallones rocosos, se llega al Planell de Riumalo (1840 mts, y alrededor de 45 min). En el cruce de caminos dentro de un llano herboso, aparece un cartel indicativo en madera (Besiberri), señalando el barranco de Ruimalo en dirección NO.

Em este ìmtp se debe armar uno de paciencia y de cámara fotográfica (1. Valle de Boí), para afrontar el desnivel que nos espera. Nada más pasar dos puentes de madera el camino empieza a empinarse por el lado derecho del torrente. Pasaremos varias torrenteras y un pequeño valle colgado, es momento de sacar la cámara y empezar a hacer fotos del subidón que hemos hecho y del que nos resta por hacer. En este punto (probablemente a 2200 mts y a 1h, 45min) y a principios de mayo, había bastante nieve. No se distinguía la confluencia de aguas y la bifurcación de hitos que separa la ruta del pico Comaloforno de la que va al antiguo refugio del Besiberri. Seguimos subiendo hasta llegar a unos resaltes rocosos desde los que ya se observa la hoya glaciar formada por la nieve de los Besiberris, el Pico Comaloforno y la demás crestería y picos menores. Es momento de recuperar resuello, glucosa y cámara fotográfica. Desde allí podemos contemplar el Estany Negre y el refugio de Ventosa y Calvell (2. Estani negre) y el impresionante cresterío que lo rodea por el este.

Continuamos el pateo, y como siempre en todo grupo de montañeros que se precie, hay motivados, ( o eran perturbados) que pretenden subir al Besiberri Nord, que ya se observa imponente frente a nosotros. A pesar de mis tímidas indicaciones de que probablemente los restos de refugio estén en un collado que se aprecia a la izquierda de nosotros. Todo el grupo avanza como unos borregos, hasta el collado del Besiberri. En este punto hemos pasado el Estanyet de Ruimalo, (a 2495 mts y a 2h, 15min) por la izquierda y vamos echando el bofe con el piolet en la mano y los guetres puestos. Después de pasar las ultimas pendientes que llegan al collado casi de 90º, o a mí me lo parecía por lo menos.

Llegamos al collado muy aéreo (y acojonante, por lo menos para algunos) y al mirar al otro lado, sorpresa, una canal de nieve dura de unos porcentajes de inclinación que harían de la bajada una experiencia un poco tensa, como poco. El grupo de motivados empieza a deambular por el cresterío, muy aéreo y de los que quitan el hipo, (probablemente en agosto no impresione tanto) el resto ya muy apiñados en ese filo rocoso y cubierto de nieve y cornisas inestables, empezamos a gritar a los demás por los walkies, que no sigan subiendo que el tema está delicado. Finalmente, la razón se impone de una puta vez, y hacemos una agradable bajadita cara a la pared por donde hemos venido, y no porque estuviésemos castigados precisamente (menos mal que había huella y la nieve no estaba muy dura). El dichoso collado se encuentra aproximadamente a la misma altura que el collado del Refugio del Besiberri a unos 2760 mts y tardando unas 3h en llegar.

Como habéis podido deducir la mayoría salvo el pequeño grupo de valientes montañeros dispuestos a hacer cima, nos dimos la vuelta lanzando unas poco apropiadas exclamaciones y juramentos. Después de descender por los paredones y para no perder demasiada altura, emprendemos un flanqueo (3. Flanqueo hasta el collado del refugio) no muy expuesto junto al cresterío, hasta que llegamos a la canal que da acceso al refugio, subiendo los pocos metros que quedan hasta el collado.

Después de reponer fuerzas y de relajar los esfínteres, que algunos tenían agarrotados, emprendemos la bajada por una canal muy inclinada pero sin demasiadas complicaciones entre pedreras barro y finalmente nieve (en comparación con las anteriormente mencionadas, me parecía una autopista). Ante nosotros se extiende el valle del Lac de Mar (4. Lac de Mar) y el impresionante bajadón que nos quedaba para volver a subir hasta la Collada del Lac de Mar. La cantidad de nieve es impresionante, y con los pies fríos y mojados me acuerdo de mis botas plásticas.

Esta vez, acertadamente, hacemos caso a la sugerencia de unos precavidos montañeros que llevan una guía con rutas de esquí de travesía y que proponen un collado alternativo en dirección oeste en el que no se pierde tanta altura. La travesía-flanqueo se hace, algo tensa temiéndonos tener que desandar lo andado y bajar al Lac de Mar. Pero esta vez, no metemos la pata y efectivamente, nos ahorramos desnivel, tiempo y esfuerzo. En el camino, a espaldas nuestras, y en una canal umbría junto a la cima del Besiberri Nord vemos bajar a varios puntitos en hilera y muy despacio. Era el grupo de aguerridos montañeros (5. Aguerridos montañeros bajando del collado junto al Besiberri Nord) que fracasados, bajaban con los crampones puestos, (los que los tenían) y cara a la pared, esta vez si que castigados y acojonados.

No preguntéis si el flanqueo, (probablemente a unos 2550 mts y a la izquierda y por encima del Estany Gelat) antes indicado es evidente, porque estaba todo lleno de nieve y en los mapas no figura ningún camino, así que si queréis hacer la ruta, consultarlo en una buena guía o ir con alguien que lo haya hecho.

A esta altura, ya nos habíamos juntado todos, y yo no hacía mas que dar gracias por no tener que decirle a Suny, nada desagradable.

Sí, habéis acertado, uno de los motivados era Cesitar, ya sabéis a quien preguntar por “La Aventura del Cresterío Maldito” (6. Cesitar uniéndose al resto del grupo).

Bajamos a la otra vertiente (desde 2500 mts y 2h aprox. Desde el collado del Besiberri), ya mas relajados haciendo culing en la nieve (algunos pijos, lo hacen hasta con esterillas de dormir para no mojarse el culo), y mientras reponemos fuerzas y algunos, a pesar de ser tarde deciden ponerse a comer, entre ellos yo. Vemos el inmenso valle glaciar, completamente cubierto de nieve y los estanys Tort de Rius y de Rius, los cuales tenemos que vadear por nieve blanda (7. Valle glaciar y estani Tort de Rius).

Empezamos el flanqueo de los lagos, dirección NO, por la huella de los más motivados y bajamos suavemente hasta 2320 mts, viendo a nuestro frente el cresterío que enmarca el Lac de Rius y el cubierto GR 11, en el que tendremos que girar hacia el O.

Después de una interminable travesía, en la que algunos nos acordamos de las raquetas de nieve y otros de los esquís, llegamos al Port de Rius, (2345 mts y después de casi 2 h). Ya cansados salimos por el desagüe del lago (8. Los dos triunfantes y agotados, a punto de bajar del Port) y no vemos que el GR 11 pasa un poco mas arriba. Esto supone unos flanqueos en nieve bastante pendientes pero cómodos, encaminándonos hacia los restos del camino, que se aprecia bastante más abajo.

El desnivel es importante y las piernas y los tobillos de algunos ya no son lo que eran, así que le digo a Cesitar que no me espere y se adelante.

El paisaje a 2100 mts, desde el Barranc de Conangles, es impresionante, con la cresta del Mulleres en el fondo enmarcando la próxima puesta de sol (9. El Mulleres llegando al refugio).

El bosque pasa de las coníferas al roble y al haya, encontrándome a Cesitar, descansando tumbado y secando las botas al sol (el muy perro), mientras me espera. Ya juntos nos encaminamos hasta un camino de todo terreno que coincide con el GR, y divisando al fondo del valle la faraónica obra del nuevo túnel y el refugio, (llegando en aproximadamente en 1h desde el collado).

TEXTO Y FOTOS: Nuestro amigo Mon

ASCENSIÓN AL TURBÓN

ASCENSIÓN AL TURBÓN El valle de Benasque, en el extremo oriental del Pirineo Aragones, queda delimitado al sur por dos llamativos macizos montañosos; Cotiella al Oeste y Turbón al Este.

Ambos son de naturaleza diferente a otras montañas del valle, como Llardana (Possets), macizo de las Maladetas o Perdiguero, y se asemejan más a los lejanos Picos de Europa, o a Ordesa y al macizo de Monte Perdido. Aquí no encontraremos Granitos o Pizarras, sino rocas calcareas, y con ellas una vegetación aclimatada a terrenos más secos, en los que el agua del deshielo, o de la lluvia se filtra rápidamente.

Además la altura de estos macizos es notablemente inferior a las del extremo norte del valle, sobre todo en el caso del Turbón, que con sus 2.492 m, se sitúa a mas de 900 metros por debajo de la cumbre del Aneto. Sin embargo esta modesta altura se ve compensada para el montañero por una multitud de alicientes adicionales, que hacen de la ascensión al Turbón una actividad muy interesante.

En primer lugar, gracias a su posición separada por el sur de la cadena principal, la cumbre tiene unas vistas espectaculares en todas direcciones, y sobre todo, su inmensa mole blanquecina es visible desde kilómetros de distancia, como un enorme castillo que domina Graus y el Valle de Isábena.

Otro punto a su favor es la soledad de esta cumbre, ya que la mayor parte de excursionistas y montañeros se ven atraídos por las alturas del Aneto, Possets y demás “tresmiles”, que son asaltados por verdaderas multitudes, mientras que aquí prácticamente no veremos a nadie en todo el recorrido.

Por último, decir que esta es una montaña “extraña”. No solo se trata de que la roca, sus colores, o la vegetación sean diferentes a las del resto del valle, es que además está hueca...

... Si, hueca, porque el compacto macizo que se ve cuando nos aproximamos desde el sur, en realidad alberga en su interior un valle colgado, sospechosamente parecido a los “jous” o “joyos” de Picos de Europa... Con la diferencia de que estos no tienen salida alguna para las aguas, mientras que aquí si existe dicha salida. El riachuelo que surca la perfecta herradura que forma La Coma de San Adrián, que así se llama este valle, después de dirigirse hacia el norte, hace un quiebro hacia el oeste y desagua por una estrecha brecha, en dirección al pueblo de Llert.

No es de extrañar pues, que una montaña tan especial fuese, según cuenta la tradición, lugar de aquelarres, en los que las brujas de la comarca se reunían para convocar a las más dañinas tormentas.

Pues bien, dicho todo esto proponemos una excursión que, sin excesivas complicaciones, nos permitirá conocer este rincón del Pirineo. Eso sí, se trata de una excursión larga (algo mas de ocho horas de andar, sin contar paradas) y con un respetable desnivel (1.200 metros).

Para llegar al punto de inicio de nuestra marcha es necesario que tomemos la carretera N-260, entre Montanuy y Castejón de Sos, hasta el Collado de Fadas. Desde el mismo collado sale una estrecha carretera en un estado lamentable, que se dirige hacia San Feliú de Veri. Justo antes de entrar en este pueblo, surge un desvío a la izquierda, ya sin asfalto, que nos llevará a la Muria, una aldea diminuta situada sobre un cerro. Sin entrar en la Muria continuamos por la pista de tierra hasta llegar al fondo de un barranco. Al otro lado del riachuelo existe una zona con merenderos, mesas, bancos, una fuente y un refugio abierto, en bastante buen estado y con dos barbacoas en su interior.

Dejamos los coches en este punto y continuamos a pié por la misma pista que nos ha traído hasta aquí, sin hacer caso de los desvíos que veamos, de menor anchura y peor firme que el que llevamos. De esta forma ganamos altura en varios zigzags, hasta llegar a una zona en la que la pista queda prácticamenente llana. Estamos en la Selva Plana. Aquí debemos buscar un sendero a nuestra derecha, que nos llevará a la Colladeta de San Feliu (1.886 m).

Este es el punto más conflictivo del camino, por lo que tendremos que estar atentos al desvío. A modo de ayuda, decir que caminaremos un rato por esta llanura, alternando zonas de bosque con pequeñas praderas, hasta que lleguemos a una mayor que las demás. Justo antes de que la pista vuelva a entrar entre los árboles, a su derecha, según el sentido de la marcha, veremos un hito de considerable tamaño, que marca el inicio del sendero. Hasta aquí habremos tardado algo menos de una hora de marcha.

Si hemos estado atentos al paisaje, antes de llegar aquí habremos localizado una marcada vaguada en la montaña, cuyas vistas desde que llegamos al llano de Selva Plana nos ha acompañado en nuestro paseo. Al fondo de esta vaguada se localiza la Colladeta de San Feliú. Nos ayudará a localizar el sendero el saber que su comienzo se encuentra justo cuando parece que la pista comienza a dejar atrás la vaguada, separándose de ella.

Una vez localizado el mojón veremos un sendero muy marcado,que se introduce en el bosque. No hay que seguirlo. En su lugar, continuar por dos tenues rodadas que atraviesan la pradera y que al salir de esta se vuelven mas claras, transformándose en un ancho camino. Ahora caminamos por un espeso bosque de pinos, enebros y alguna que otra haya, ganando altura, primero suavemente y posteriormente de forma mas acusada.

Pronto se hace evidente que este camino se introduce en la vaguada que mencionamos anteriormente, hasta alcanzar su eje. En ese momento, abandonamos el camino que traíamos por un sendero que asciende de forma mas pronunciada. Llegamos a una torrentera repleta de rocas. El sendero sube unos metros por ella, para abandonarla por la derecha. La pendiente es ahora agotadora, pero por suerte caminamos bajo la sombra que nos ofrece el bosque, cuyos árboles tienen un tamaño bastante mayor que los de la Selva Plana.

La pendiente se dulcifica y el sendero se vuelve más difuso. En cualquier caso tenemos que salir a la parte alta de la vaguada, ocupada por prados y matorrales. Desde aquí un sendero pedregoso asciende al pié de las rocas y las pedreras de la montaña situada a nuestra izquierda y justo por encima de una torrentera. Podemos seguirlo, pero debido a lo suelto del terreno, nos resultará más cómodo ganar altura por una loma herbosa situada inmediatamente a la derecha de la mencionada torrentera.

Elijamos el camino que elijamos, finalmente llegaremos a la Colladeta, desde la que, de repente, se nos abrirán unas estupendas vistas del Turbón y de la Coma de San Adrián. Al mismo tiempo, Por el norte vemos, en primer plano el Tossal dels llaners, detrás el grupo de cumbres del Gallinero y Sierra Negra y al fondo, la cadena principal de la cordillera.

Desde que dejamos la pista forestal, hasta aquí habremos tardado aproximadamente otra hora y es conveniente que hayamos ido memorizando aquellas partes del camino menos claras, porque a la vuelta tendremos que pasar nuevamente por este collado, y todo lo caminado hasta ahora habrá que hacerlo en sentido contrario.

Desde la Colladeta de San Feliú, la forma más usual de subir al Turbón es a través de la Coma de San Adrían, para lo que tendríamos que perder unos metros desde el collado, hasta situarnos en el fondo del valle, para posteriormente remontarlo hasta su final. Nosotros sin embargo decidimos dejar esta opción para la vuelta y subir por el cordal oriental del macizo.

Una vez hayamos disfrutado del paisaje reiniciamos la marcha, por la loma pedregosa que tenemos a la izquierda del collado (Sureste). Al principio se aprecia una senda que va ascendiendo poco a poco, en una larga diagonal hacia lo alto de la loma. Sin embargo muy pronto esta senda se difumina y resulta dificil seguirla entre la infinidad de rocas de la ladera, aunque sigue existiendo y si andamos con ojo nos facilitará la subida. En cualquier caso hay que procurar llegar a lo alto de la loma mas al norte de una primera punta que se observa desde abajo.

Una vez en la loma tendremos que seguirla hacia el norte, alternándose tramos herbosos, con otros de roca. Sin embargo en ningún momento hay ningún paso complicado. En todo caso nos puede resultar más cómodo subir por una sucesión de praderas que ascienden paralelas a la cresta, un poco mas abajo y a la izquierda de esta en el sentido de nuestra marcha.

Personalmente creo que merece la pena ir a plena cresta, porque el esfuerzo adicional es mínimo y a cambio tendremos unas vistas espectaculares de la cresta occidental y del precipicio que poco a poco se va abriendo a nuestra derecha.

Pasamos por una cumbre secundaria poco marcada; el Pico Aligas (2.296 m), y por una segunda más clara, el Turbonet (2.344 m), cuya cara oeste es una impresionante pared completamente vertical, en contraposición de la cara este, de suave pendiente.

Desde esta cumbre podemos ver lo que queda para la cumbre; el fondo del circo que forma la Coma de San Adrián, y una profunda brecha, llamada “la Portella”, justo al sur de nuestra posición, que parece cortar el cordal por el que estamos caminando.

Tenemos que bajar hasta la brecha, de la que sale, a mano derecha, un sendero que se interna en el fondo del circo, aprovechando una especie de faja o vaguadita colgada sobre el valle principal. Sin embargo nosotros solo usaremos este sendero en la bajada. De momento continuamos por lo alto de la loma para completar nuestro recorrido por la línea de cumbres. De esta forma llegamos a una última altura muy redondeada y sin nombre en la cartografía (2.373 m). Llegar desde la Colladeta de San Feliú hasta la Portella, nos habrá llevado algo mas de una hora, y desde la Portella hasta el punto en el que nos encontramos no nos habrá costado mas de otra media hora.

Desde aquí tan solo nos queda bajar a un cercano collado, situado justo en el vértice que une los dos cordales del macizo y comenzar la subida final a la cumbre principal, llamada en algunos mapas Castillo de Turbón. Dicha subida es fácil, con no demasiada inclinación y se realiza por lo más alto de lo que en un principio es una ancha ladera. Poco a poco esta ladera se estrecha, y pierde inclinación, aunque sin llegar en ningún momento a causar verdaderos problemas (al menos en ausencia de nieve). Finalmente, en media hora aproximadamente llegaremos al vertice geodésico de la cumbre... O al menos de una de ellas, porque esta montaña es bicéfala y a escasos metros encontramos la otra cumbre, de la misma altura y ocupada por varias antenas de telefonía movil.

Las vistas desde la cumbre son impresionantes. No solo vemos todos los “gigantes” del valle; Cotiella al oeste, Llardana (Possets), Perdiguero, Maladetas y Culebras (Vallibierna) al norte, sino también todo el Somontano, valle de Isábena , la Sierra de Chía, el grupo de Montañas de Sierra Negra y Gallinero, e incluso, ya bastante lejos, al este, las montañas del Parque Nacional de Aigües Tortes

Merece la pena asomarnos a la cumbre norte, para echar un vistazo a otras dos posibles vías de ascensión a esta montaña; una por la cresta que constituye el cordal oeste del macizo, mas complicado que el que hemos realizado nosotros, y otra, subiendo por la ancha canal que separa dicha cresta de la cumbre donde estamos, de piedra suelta y que asciende desde la Plana del Turbón (la gran meseta que se ve a occidente, donde existe un refugio libre).

Desde la cumbre iniciamos el regreso retrocediendo por lo alto del cordal. No hace falta que lleguemos hasta el collado donde iniciamos nuestra subida final, sino que cuando veamos que la ladera pierde inclinación y se hace mas cómoda, podemos comenzar a descender directamente por ella.

Como ya dijimos anteriormente, tenemos que dirigir nuestros pasos hacia la brecha de la Portella, para lo cual, bien bajaremos hacia el fondo de la vaguadita que ocupa el fondo del circo, para seguir el riachuelo que corre por ella, o bien seguiremos en sentido descendente la pequeña loma que cierra dicha vaguada, separándola de la Coma de San Adrián.

En cualquier caso, elijamos la opción que elijamos, llegaremos a la Portella, desde la que podemos bajar hasta el valle principal que conforma la Coma de San Adrián. Para ello, desde el mismo collado, podemos tomar el sendero, marcado con hitos, que en primer lugar nos guía hasta una especie de hombro, y desde aquel, baja diréctamente por un embudo de piedra suelta. Esta bajada, sin nieve no tiene ninguna dificultad, y con ella supone tener que salvar un par de rampas no muy largas y de inclinación moderada.

Una vez abajo continuamos en dirección norte por el caos de enormes rocas que ocupan el valle, pasando por debajo de la espectacular pared del Turbonet y de dos llamativas agujas rocosas. Existe sendero marcado con hitos que nos indica la forma más cómoda de continuar nuestro descenso, pero en caso de despiste puede ayudarnos saber que el mejor camino se encuentra algo a la derecha del eje del valle.

El terreno por el que caminamos recuerda sorprendéntemente al “Jou Santo”, situado al pié de Torre Santa de Castilla, en los lejanos Picos de Europa; un verdadero desierto de rocas encerrado entre montañas. Tan solo si miramos al norte los colores se tiñen algo de verde, suavizando el rigor del paisaje.

Continuamos caminando en la misma dirección, hasta que encontremos un escalón en el terreno, en el que de forma súbita termina el terreno rocoso. Mas abajo corre un riachuelo rodeado de praderas. Para bajar este escalon podemos, bien seguir un sendero que da un pequeño rodeo por una zona de pedrera fina y que sigue la orilla derecha del riachuelo, o bien bajar mas o menos diréctamente hacia el curso de agua, por terreno más firme, pero sin sendero.

Una vez en el arroyo podemos seguir por su orilla derecha o por la izquierda, siendo esto último más cómodo, ya que el sendero que va por la derecha tiene mas subidas y bajadas y transcurre por terreno más incómodo, mientras que el de la izquierda recorre una sucesión de praderas, que invitan a tumbarse y descansar.

Frente a nosotros, justo al norte tenemos la Colladeta de San Feliú, por la que pasamos hace ya bastantes horas, en el trayecto de ida.

Para llegar hasta ella debemos situarnos en la orilla derecha del arroyo. Por tanto, si hemos venido por las praderas de la orilla contraria tendremos que cruzar el exiguo cauce(cosa que por otro lado se hace sin ningún problema) unos metros antes de que este cambie de dirección y se cuele por una especie de embudo situado al noroeste del valle.

El sendero que sube hasta la colladeta está muy marcado y nos dejará en lo alto de la misma en pocos minutos.
Desde que abandonamos la cima hasta aquí, habremos caminado entre dos horas y dos horas y media, aunque para finalizar el recorrido aún nos quedan otra hora y cuarto aproximadamente, retrocediendo por el mismo camino que usamos en la subida.

Texto y fotos: Hermano Mero

POR EL VALLE DE ANSO (II). Ascensión al Chinebral de Gamueta

POR EL VALLE DE ANSO (II). Ascensión al Chinebral de Gamueta El Chinebral de Gamueta es una de las montañas situadas en el cordal que separa los valles del Río Veral y Aragón Subordan, dentro del término municipal de Ansó. Su ascensión, de dificultad moderada, nos permitirá descubrir una gran diversidad de paisajes y rincones representativos de esta zona.

El punto de partida de la excursión propuesta se encuentra en la Fuente de los Clérigos, en la pista que desde Zuriza se dirige hacia Linza, aproximadamente un kilómetro antes de llegar allí. En este punto existe una explanada donde podremos dejar los coches.

Si queremos hacer de la excursión una ruta circular, como es nuestra intención, tendremos que llegar a pié hasta el refugio de Linza. Desde el mismo refugio, y hacia el sur, se observa por encima del bosque una brecha abierta en la pared; es el Paso del Salto del Caballo. Hacia él debemos dirigirnos, cruzando el río por el puente que hay frente al refugio e internándonos en el bosque por una pista usada en invierno para el esquí de fondo. A los pocos minutos debemos tomar un sendero sin señalizar, aunque cláramente trazado por el paso de la gente, que a nuestra derecha asciende por la inclinada, aunque corta ladera cubierta de hayas.

Antes de que queramos darnos cuenta estaremos en lo alto de la brecha, un hermoso collado herboso, con vistas hacia Linza y Lapakiza Linzola a un lado, y el valle de Gamueta y Peña Ezcaurre al Otro. Desde aquí no debemos seguir por la cresta, sino descender unos metros por la ladera sur, siguiendo un sendero, que va girando hacia nuestra izquierda (oeste) y que pronto volverá a internarnos en el bosque.

Poco a poco, en varios zig-zag, vamos ganando altura hasta alcanzar la parte mas alta de la loma que está ocupada por una curiosa formación; una especie de pasillo natural arbolado, por dentro del cual discurre el camino. Este “pasillo” nos llevará sin pérdida posible hasta el Paso del Oso, pequeño colladito en el que bruscamente desaparece el bosque. Hasta aquí habremos tardado aproximadamente una hora y media andando.

En este punto y frente a nosotros vemos la parte mas dura de nuestra ascensión; una pesada e interminable cuesta con bastante inclinación, aunque para enfrentarnos a ella tendremos antes que descender algunos metros hacia una vaguada en cuyo fondo existe una caseta metálica. Pasada la caseta iniciaremos la mencionada subida, que se hace interminable y agotadora, pero que finálmente nos deposita en un enorme llano situado en lo alto de loma. Desde aquí, por fin vemos nuestro objetivo final, el Chinebral.

De las dos cumbres que tenemos frente a nosotros, la de la derecha es nuestro objetivo y la de la izquierda es el Mallo Acherito, mientras que entre ambas, se adivina mas que verse, el valle suspendido de la Plana de Diego.

Una vez repuestos afrontamos la parte final de la ascensión continuando por la loma, que con menor inclinación que antes se va estrechando cada vez más. Así llegaremos a una marcada horcada, con vistas hacia el precipicio que forma la pared norte de nuestra montaña. A partir de este punto debemos enfrentarnos a una cresta, facil y ancha, que nos llevará en unos pocos cientos de metros mas, hasta la cumbre. A pesar de su escasa dificultad, en caso de encontrar hielo o nieve dura, la cresta puede ser peligrosa, por lo que tendremos que extremar las precauciones. Hasta la cumbre habremos unas tres horas y media desde el inicio.

Una vez en lo mas alto, las inmensas vistas recompensarán el esfuerzo realizado; inmediatamente al norte el Mallo Acherito, que nos ha acompañado durante buena parte de la ascensión, y asomando detrás de él, la loma del Petrechema y las vertiginosas Agujas de Ansabere. Al oeste, además de las cumbres que rodean Zuriza y Linza, se vislumbran las montañas navarras del Kartxela y más allá el Ori, dosmil mas occidental de la cordillera. Al sur y separada de nosotros por la foya de Gamueta, la Gorreta de los Gabachos, con su peculiar brecha, que hace de esta, una cumbre doble,. Mas allá, en la misma dirección también podemos contemplar la pesada mole del Quimboa, Chipeta y los Alanos.

... Y finálmente, sin posibilidad de poder resumir en un párrafo la espectacularidad de lo que tenemos frente a nosotros, hacia el este, cientos de cumbres nevadas, la inmensidad de gran parte del Pirineo Central... Bisaurin, Castillo de Achert, Midi D’ Ossau, Peña Collarada, Anayet... Imposible enumerar todas las cumbres que desde aquí se observan.

Después de haber descansado y disfrutado del regalo que supone la cumbre, nos tocará pensar por donde bajar; tenemos dos posibilidades; una es volver por el mismo camino que vinimos. La otra es hacerlo por el valle de Gamueta y así completar una marcha circular.

Si nos decidimos por esta opción, tendremos que localizar desde la cumbre el mejor camino posible, sobre todo si el terreno está cubierto de nieve, que oculta los posibles senderos. La cara sur de la cumbre es una inclinada ladera, cubierta de piedras sueltas, lo que hará el descenso bastante trabajoso, e incluso peligroso, si hacemos la excursión en condiciones invernales, en cuyo caso tendremos que ser cautos y echar mano de piolet y crampones.

Cuando nosotros realizamos esta excursión, la montaña estaba cubierta solo en parte por la nieve, por lo que decidimos retroceder unos cuarenta metros por la cresta, hasta un colladito poco marcado, situado apenas a cuarenta metros de la cumbre, y desde el que partía un nevero que nos llevaría directamente al comienzo de un pequeño vallecito, colgado sobre el valle principal. Sin embargo, la primera bajada desde la cumbre tendremos que hacerla por donde veamos que tendremos menos dificultades, en función del estado del terreno. Lo que tenemos que tener claro es que nuestro objetivo es alcanzar el vallecito secundario que hemos mencionado antes(se ve desde la cumbre, y está situado entre la ladera sur del Chinebral y el fondo del valle principal de Gamueta., estando su cabecera algo retrasada hacia el oeste, respecto de la cuenca principal.

La bajada hasta la cabecera de este vallecito nos costará mas o menos tiempo en función de nuestra pericia en terrenos de alta montaña sin senderos marcados. Una vez allí ya no tendremos mas dificultades reseñables y podremos dedicarnos a disfrutar, descendiendo bien por el fondo de la vaguada, o bien por la loma que lo separa del fondo del barranco. Llegado un momento parece que el valle queda cortado por un escalón, sin embargo no es así, tan solo es un cambio de pendiente, que aunque aumenta no se vuelve, ni mucho menos impracticable.

Seguiremos bajando, hasta que por fin veamos el fondo del valle principal a nuestro alcance. Frente a nosotros, casi en lo alto de un cerro veremos una cabaña. Tenemos que descender al fondo del barranco para volver a subir unos veinte metros hasta la cabaña. Nosotros hicimos esto, siguiendo las indicaciones del mapa de Editorial SUA, que marca el camino por lo alto de este cerro, pasando por la cabaña. Probablemente se pueda bordear esta elevación siguiendo el cauce del río hacia nuestra derecha, ahorrándonos bastante esfuerzo, sin embargo, dado que la noche se nos echaba encima preferimos no comprobarlo y fiarnos de la cartografía. Esperamos que algún conocedor de la zona nos resuelva la duda.

Retomando nuestra ruta, desde la cabaña debemos ganar unos metros casi hasta la cumbre del cerro, la cual bordearemos por la izquierda. Pronto se ven trazas de sendero que nos hacen perder altura hacia el oeste y sur oeste, hasta introducirnos de nuevo en el bosque.

Momentáneamente el sendero se dirige al sur, para encontrar un vado por el que cruzar el río. Una vez cruzado seguimos la dirección de su cauce, por un sendero abierto algo mas arriba y que enseguida vuelve a introducirnos en el bosque da Gamueta. El camino cada vez mas marcado terminará por llevarnos al final del valle, donde este se abre antes de unirse al Río Veral. Sin embargo, un escalón nos separa del lugar donde aparcamos los coches. Probablemente se pueda bajar directamente, pero como a estas alturas ya se nos había hecho noche cerrada, preferimos seguir el camino, muy marcado, que gira a la izquierda para ir a encontrarse con un puente, que nos permite alcanzar cómodamente la pista de Zuriza a Linza, unos quinientos metros mas debajo de la fuente de los Clérigos, punto de inicio de esta excursión.

En total la duración de esta excursión será de unas seis y media a siete horas, sin contar con paradas. Contando con ellas tendremos por delante un día largo de montaña, por lo que tendremos que madrugar.

Texto y fotos: Hermano Mero